Ana Fernández: "Ando armada y no voy a tener drama en gatillar"

Tras recibir la noticia de que la causa de su hija, Cintia Fernández, se elevará a juicio, una de las referentes de la Comisión de Familiares Contra la Impunidad , visitó De Buena Fuente en los estudios de FM Atlántida (93.5), donde contó sus sensaciones a casi ocho años de iniciada su lucha por justicia.

DE BUENA FUENTE 11 de diciembre de 2018 Daniel Torres Daniel Torres
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Desconfiada de la justicia y la policía, para Ana Fernández “el Estado Provincial está en deuda con las víctimas, donde el primer juez de la causa de mi hija, Germán Pastrana, dejó mucho que desear y luego me enteré que era ex-policía, lo que explica por qué encubrió tanto a la fuerza corrupta”.

Esta definición le dio pie para recordar "al comisario Píccolo, que llevaba de forma paralela una investigación en la causa de mi hija y de las turistas francesas, donde una semana antes de declarar en la causa de Cintia, fue asesinado, porque para mí lo silenciaron”.

Expectante, consideró que “si en el 2019 se reabre la causa de las turistas francesas, el de Luján y Yanina, más el juicio de mi hija, creo que va a ser un antes y un después en la justicia de Salta”.

Volviendo a la causa de Cintia, contó que “en la causa de mi hija hicieron lo que quisieron, porque en un primer momento no se preservó el lugar del hecho, donde más de 300 policías entraron y salieron al lugar, y hasta el juez ingresó y fumó inclusive porque se encontraron una gran cantidad de colillas de cigarrillos”.

“En ese tiempo mi abogada era la Dra. María Eugenia Yaique, donde denunciamos a la policía Jimena Núñez, que lo protegió al policía Condorí desde un primer momento, y pasaron siete años y mi abogado García Castiella está pidiendo que la aparten de la causa”, prosiguió.

En igual sentido, agregó que “en ese momento, además de que no preservaron el lugar, sacaron y metieron cosas al departamento, y al cuerpo de mi hija lo sacaron en una bolsa negra, y en la comisaría de San Remo la envolvieron en una colcha, donde seguramente se perdieron fluidos que podrían haber servido de prueba”.

“Ensuciaron la memoria de mi hija, porque en esta sociedad machista y conservadora se dijo de todo por culpa de la actuación de la justicia, que no tuvo perspectiva de género, y por eso creo que la Corte de Justicia debería ser renovada, donde también incluyo a las juezas que muchas veces son más machistas que los hombres”, denunció.

Luego de aclarar que en el juicio pedirán el cambio de la carátula a homicidio agravado por alevosía, la titular de la Fundación Cintia Fernández dijo que comparte el escrache que recibió el Juez Pablo Farah de parte de Marisa Peñalva, tía de Luján, el fin de semana en una pizzería de San Lorenzo: “si nosotros no tenemos justicia, los jueces no se van a salvar del escrache social porque yo los responsabilizo de la impunidad que hay en Salta, y yo quisiera saber qué harían estos corruptos si les matan un hijo”. disparó.

“Muchos me ven en la calle y se cruzan de vereda, o si están en una confitería me ven y se retiran inmediatamente por miedo al escrache, y quiero contar que cuando empecé a ver la connivencia entre el juez Pastrana y la policía, recibí amenazas de muerte y hasta me pegaron, donde me rompieron las costillas, y lego eliminé Messenger porque siempre recibía agravios, pero ya me acostumbré a las amenazas y a esta hora ya no me van a arrodillar ni me van a callar”, relató.

Decidida y con firmeza como de costumbre, advirtió que “ahora que está tan en el tapete el protocolo Chocobar, yo no voy a tener drama en gatillar porque tengo tenencia de arma desde que sucedió lo de mi hija”.

“Practique tiro y si tengo que volarle la cabeza a un ‘machirulo’ de estos, no me va a temblar el pulso porque tengo que preservar mi vida, ya que soy la única querellante en la causa de Cintia, y acá yo no tuve derechos humanos ni mi hija tampoco, entonces esta es mi posición”, sentenció. 

  

 

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