En la era de Milei, más del 50% de niñxs y adolescentes son pobres en Argentina

A pesar de que el Presidente celebró con insultos a la oposición la disminución de la pobreza, la realidad es que en el país, más de la mitad de las infancias y adolescentes no tienen cubiertas sus necesidades básicas.

NACIONALES03 de abril de 2025 El Expreso de Salta
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Los datos de pobreza correspondientes al segundo semestre del año pasado que difundió el INDEC son preocupantes y dejan en evidencia la frágil situación de uno de los sectores más vulnerables de la sociedad: el 52,7% de los niños, niñas y adolescentes se encontraban en situación de pobreza monetaria, o sea, la que se mide con los ingresos de los hogares.

 La pobreza infantil se instaló con fuerza en diciembre de 2016, bajo el Gobierno de Mauricio Macri, y se mantiene sistemáticamente por encima del promedio general, lo que deja en claro que la infancia enfrenta condiciones estructurales de vulnerabilidad que no se corrigen con el tiempo, señala el Instituto de Desarrollo Económico y Social Argentino (IDESA), que dirige el economista Jorge Colina, según destacó un artículo de Noticias Argentinas.

Las carencias que enfrentan los hogares a los que pertenecen los chicos y jóvenes sumergidos van más allá del dinero, ya que provoca consecuencias estructurales, como por ejemplo, que en la cuarta parte de los hogares ninguno cuenta con algún integrante que haya completado la enseñanza obligatoria, lo cual limita seriamente sus posibilidades de acceder a empleos de calidad.

 Asimismo, los jóvenes de menores ingresos son los que menos acceden a la universidad. Los más bajos, 22% contra el 33% de los más altos.

La tasa de desocupación de los jóvenes entre 14 y 29 años fue de 13,1%, mientras que para los adultos entre 30 y 64 años baja al 4,5%.

 En otras palabras, los jóvenes enfrentan un desempleo que triplica el de los adultos, y la magnitud de esta diferencia se mantiene a lo largo del tiempo.

 Para el tercer trimestre de 2024, el 45,1% de los jóvenes ocupados son asalariados informales, mientras que en los adultos ese porcentaje se reduce a 22,2%.

 Si además se consideran a los no profesionales que trabajan como cuentapropistas (no asalariados), el porcentaje de jóvenes que trabaja en la informalidad asciende al 62,4%, contra un 40,4% de los adultos ocupados.

 En términos de infraestructura básica, la mitad de los hogares con niños pobres no accede a gas por red, y el 14% carece de conexión a agua corriente. 

 A la vez, más del 42% de estos hogares declara depender de ayudas sociales como parte de sus ingresos mensuales, lo cual revela un nivel alto de vulnerabilidad y dependencia del Estado para subsistir.

Un trabajo de UCA con datos de 2023 ("Trazando el Camino: Privaciones Estructurales, Avances y Desafíos en los Derechos de la Infancia y Adolescencia. Argentina 2010-2023") afirma que casi un tercio de los chicos y adolescentes en el país “no pueden acceder a alimentos nutritivos y variados por limitaciones económicas”.

 En cuanto a la salud el 55,8% de la población en estudio no cuenta con obra social, mutual ni prepaga, por lo que dependen exclusivamente del sistema estatal de salud para recibir atención médica.

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Es una cotización intermedia entre los $ 1.097 que marcó el dólar del Banco Nación y el cierre del dólar MEP de $ 1.332 pesos, el viernes. Implicaría una devaluación real del 10%. Economía busca evitar alteraciones bruscas en el nuevo esquema de bandas entre $ 1.000 y $ 1.400. Si superara el valor máximo, el Banco Central saldrá a vender rápido divisas para dar una señal de fortaleza y desalentar un shock especulativo. El Gobierno asume una “devaluación controlada”, que lleve a finales de año el precio del dólar a los $ 1.400. Una depreciación del peso que, estima, debería cerrar el cálculo de competitividad. de los exportadores.

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