RLa acusación contra el ex juez Ricardo Lona, fue acumulada a la conocida como causa 627, en la que se reunieron todas las imputaciones que se le hacen por su actuación durante la última dictadura militar, época en que era el único juez federal de primera instancia de la provincia.

Este trámite contra Lona lleva ya catorce años, y a estas alturas representa un símbolo de la lucha de familiares y víctimas del terrorismo de estado, y de organismos de derechos humanos, por memoria, verdad y justicia.

La mayor parte de estos catorce años se consumió en discusiones estériles para el avance de la verdad, pero provechosas para una estrategia de defensa que evidentemente busca ralentizar estos procesos para permitir que los acusados fallezcan sin condenas. En 2004, cuando se inició este proceso, comenzaron también las idas vueltas, apartamientos y excusaciones, más una sucesión de todo tipo de planteos por parte de la defensa del ex magistrado, que usa su vasto conocimiento en materia procesal penal para alargar el trámite.

Además, Lona está imputado en otras dos causas por delitos de lesa humanidad cometidos en el territorio provincial: la causa Palomitas, que fue paralizada por un recurso de queja de la defensa. Y una tercera causa, en la que se acumulan varias denuncias, y en la que Lona ni siquiera fue indagado.