OPINIÓN Dr. Abel Cornejo 01 de enero de 2025

Análisis del 2024: El año que vivimos el ajuste

Al asumir la Presidencia de la Nación, mientras se producía en paralelo el colapso generalizado de la política argentina, Javier Milei prometió y cumplió llevar a cabo el ajuste más importante de la historia. Junto con ello, adquirió centralidad y desplazó a cualquier otra figura del escenario, lo que terminó convenciéndolo de que no solamente es el jefe del Estado sino una suerte de mesías o gurú, autopercibido como una de las dos figuras políticas más importantes del mundo, junto a Donald Trump; pese a que tienen muy poco en común en su pensamiento económico.

Junto con ello, el presidente inauguró una nueva época donde las redes sociales, una de las cuales maneja el mismo, los trolls sin la visibilidad de sus autores que recurren a seudónimos y una creciente tendencia al pensamiento único atropellan y castigan visceralmente a todo aquel que piense distinto. La Vicepresidenta de la Nación incluida.
             
                           Milei decidió suspender la obra pública, los índices de pobreza alcanzaron un 53%, se desplomaron las jubilaciones y el consumo y no hay señales reales ni perceptibles de reactivación económica. No obstante ello, más de la mitad del electorado le sigue brindando su confianza, con un modelo que puede resultar sumamente beneficioso para los sectores pudientes de la sociedad argentina. En particular para aquellos vinculados a la energía y la minería, mucho más que el campo. Paralelamente, parecería que a la  oposición debería facilitársele un despertador, porque un año más tarde sigue sin reaccionar ante el triunfo y la política anarco liberal del presidente. No se vislumbra un plan alternativo para alguien que dice aborrecer el Estado y promete dejarlo reducido a su mínima expresión. A lo que suma en su discurso una marcada hostilidad hacia la justicia social, el diálogo y las construcciones colectivas. Por el contrario, propende decididamente a exaltar el individualismo y  la inversión extranjera como los motores del cambio y la recuperación argentina.  
                         
                            Desde la visión macroeconómica el presidente ha despertado expectativas dentro y fuera del país. Y a la par ha encendido luces de alarma, debido a que si bien se planchó el precio del dólar y se fortaleció el peso - al que había denominado excremento - al principio de su gobierno - hay analistas que decididamente opinan que sin reactivación, la “primavera” cambiaria puede saltar en mil pedazos. La crisis argentina tiene muchas similitudes con la que le tocó atravesar a Grecia durante nueve años. Aparentemente tanto el presidente como el Fondo Monetario Internacional advirtieron que solamente un ajuste salvaje podía evitar la prolongación de una situación macroeconómica terminal, aun cuando el programa económico argentino fue mucho más duro de lo que pretendía el propio Fondo Monetario, por el descalabro social que podía aparejar. Es cierto también que el gobierno dispone mensualmente del giro de ingentes sumas de dinero hacia el conurbano bonaerense para que la paz social no se deteriore. El gran enigma que se presenta de cara al próximo año electoral es si todo seguirá igual o acaso habrá una reactivación que mejore la vida de los argentinos.

Te puede interesar

Al gobierno le estallan el dólar y el gabinete

Si el Canciller renuncia protestando porque “no quiere ser manejado por un pendejo” y si el ministro de Justicia había arreglado que presentaba su renuncia el lunes siguiente a los comicios, pero se filtra la noticia a cuatro días de las elecciones, mientras el gobierno todavía está explicando el portazo del ministro de Relaciones Exteriores, ¿qué hace creer que el 56% del electorado del balotaje , va a volver a elegir un gobierno que se está desmembrando con el dólar estallado y en el que sus grandes aliados, como Donald Trump y Mauricio Macri, le advierten que la ayuda económica de EE.UU. se terminará si pierde?

Espert, el hombre vencido por la opinión pública

Espert no renuncia a su candidatura porque haya hecho un acting lacrimógeno. Dimite porque la presión social fue mayor a la política. Entendió que así no podía continuar disputando una candidatura a congresista. Según su victimización, Juan Grabois es el culpable de todo lo que le sucede. Fue el hombre que mancilló su buen nombre y el de su familia. El líder piquetero entró en acción cuando observó que, en el sistema político, nadie movía un dedo por siquiera preguntar las andanzas del diputado, al amparo de un financista acusado de narcotráfico y detenido bajo esos cargos.

La casta hace negocios y los ciudadanos no llegan a fin de mes

Karina Milei debe entender que cuando algo se desbarranque sus amigos íntimos le soltaran la mano. Son profesionales de eso. La que va a terminar presa es ella.

A 28 años de la pueblada del Dpto. San Martín

Hace 28 años, estalló la crisis en el norte provincial por la falta de trabajo y como resultado de las privatizaciones que llevó adelante el gobierno de Carlos Saúl Menem, bajo la promesa de "revolución productiva y salariazo". Los desocupados del departamento San Martín salieron a la ruta y así se inauguró una nueva modalidad de reclamo social en el país: los piquetes. Aquí, uno de los protagonistas de aquellos hechos, lo recuerda así:

Día del Trabajo: Los derechos laborales en la Argentina "libertaria"

“La situación de quienes viven de su trabajo ha alcanzado niveles críticos de deterioro. En un solo año, el salario mínimo perdió la mitad de su poder adquisitivo y cayó por debajo de la línea de pobreza. La asfixia del aparato productivo se tradujo en despidos masivos, sobre todo en la construcción y la industria”, indica un documento publicado por Claudio Lozano, Agustina Haimovich y Ana Rameri. Aquí, los detalles.

Viernes Santo: el día que conmemora la pasión y muerte de Jesús en la cruz

La Iglesia católica conmemora hoy la pasión y muerte de Jesucristo, en una jornada de profundo recogimiento. El Viernes Santo recuerda el sacrificio en la cruz y es uno de los momentos más solemnes del calendario cristiano, marcado por el silencio, la oración y el Viacrucis.