Día del Trabajo: Los derechos laborales en la Argentina "libertaria"

“Cuando el trabajo vuelve a ser lucha por la subsistencia” es el título del documento elaborado por el equipo de trabajo integrado por Claudio Lozano, Agustina Haimovich y Ana Rameri. 

“Hoy, en la Argentina, hay trabajadores/as que trabajan más de 16 horas diarias para subsistir. Donde la sociedad automatizada ha sido puesta al servicio de la intensificación del trabajo, la extensión de las jornadas, la fragmentación de las ocupaciones, la mercantilización del tiempo de vida”, afirmaron los investigadores, analizando los datos recabados que permiten darle sentido a los 16 meses de gestión de La Libertad Avanza, pues “la situación de quienes viven de su trabajo ha alcanzado niveles críticos de deterioro. En un solo año, el salario mínimo perdió la mitad de su poder adquisitivo y cayó por debajo de la línea de pobreza. La asfixia del aparato productivo se tradujo en despidos masivos, sobre todo en la construcción y la industria”, enfatizaron.

 

El documento aborda la actualidad del sector público. Sostiene que la política del ajuste fiscal implicó más de 59 mil despidos, recortes salariales y un vaciamiento de áreas estratégicas del Estado. Mientras se incluye el concepto de pluriempleo, que ya afecta a casi dos millones y medio de personas con más de un empleo. Advierte que la expansión de formas contractuales individualizantes como el monotributo.

“El salario va siendo reemplazado por la factura, y el trabajo formal por vínculos precarios y desprotegidos. Esta orientación es la que está de fondo en la Ley Bases, validada y alentada por las recomendaciones del FMI. La reforma laboral regresiva impulsada por el Gobierno de Javier Milei que abarata despidos y flexibiliza las formas de contratación, legaliza la precarización estructural, debilita la organización colectiva y convierte al derecho laboral en letra muerta”, sostiene el documento. Por todo esto, el Instituto afirma que este 1° de mayo no es solo una conmemoración sino una alerta. 

Solamente durante el año 2024 (el estudio se realizó a cuatro meses del año anterior y, por obviedad, lo toma como referencia) el desempleo aumentó del 5,7% al 6,4%, sumando 170.000 personas. Así se llega al millón cuatrocientos millones de desocupados/as. Así se informa que hay casi cinco millones de personas buscando empleo, 460 mil más que a fines de 2023. O sea, una de cada cuatro trabajadores lo busca y existen, aproximadamente, dos millones y medio de personas que tienen más de un trabajo. Pero en el último año, aumentó la cantidad de horas trabajadas. Se ejemplifica en el grupo de los/as pluriempleados/as, el tiempo dedicado al trabajo en el cuarto trimestre de 2024, que llegó a un pico de 16 horas diarias bajo el yugo de conseguir unos mangos.

Respecto al pago, de cada $100 mil que ganaban en 2017, los asalariados registrados del sector privado hoy ganan $81 mil; mientras que los laburantes del sector público ganan $67 mil y los asalariados informales consiguen $66 mil. Asimismo, entre los trabajadores estatales, un tercio de la pérdida salarial se dio durante la presidencia de Milei. El Salario Mínimo vale la mitad de lo que valía en 2017. El 50% de esa pérdida se dio en durante la gestión de LLA, que lo llevó a niveles de pobreza, a pesar del lenguaje soez, inculto y agresivo del patotero que gobierna la Argentina. 

El informe enfatiza que solo desde fines del 2023 a Enero 2025, se perdieron más de 100 mil puestos de trabajo formales en el sector privado. “Si se suma la caída en el sector público y del personal en casas particulares, la destrucción de empleo asalariado registrado alcanza las 194.500 personas que para el mastodonte de Olivos son comparables 'para los hijitos de cuatro patitas'”. Cabe agregar, que hay cuatro de cada diez trabajadores no registrados/as, incluyendo a trabajadores familiares sin remuneración. 

El paper del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas sostiene que la decisión de frenar la obra pública, no solo perjudicó al conjunto de la población que requiere el avance de esas obras, sino que afectó al sector de la construcción, dejando sin empleo a casi 50 mil trabajadores asalariados registrados. Se añadió la recesión inducida por las medidas económicas, que perjudicó especialmente a la industria manufacturera, que así perdió más de 26 mil puestos asalariados formales. De un total de 14 actividades del sector privado, 11 registraron un retroceso en la cantidad de asalariados/as registrados desde Diciembre 2023 hasta Enero de este año. Entre los formales, la construcción y la industria son los más afectados.

Según el SIPA, entre Diciembre 2023 y Enero 2025, se perdieron 59 mil empleos en el sector público. Entre los organismos descentralizados o desconcentrados, se destaca ARCA (ex AFIP), con 1.925 puestos menos, seguido de CONICET (-1.467), ANSES (-1.273), INTI (-729), entre otros.  

Respecto a las mujeres, el documento sostuvo que “las brechas estructurales que perjudican la inserción laboral de las mujeres no han logrado revertirse” dado que hay “mayor tasa de desocupación y de informalidad. Ganan un 26% menos que los varones en la ocupación principal, lo que explica la mayor presencia entre los/as pluriempleados/as” Todo ello, hace que “la feminización de la pobreza se expresa en el mayor peso que tienen en el estrato bajo, donde 6 de cada 10 personas son mujeres” 

El informe destaca el rol del poder económico. Señala que avanza, consolidando una ofensiva sobre las condiciones de vida de los trabajadores “como resultado de las políticas económicas de los últimos años, el Gobierno de Javier Milei, representando al poder económico, impulsó una reforma laboral regresiva a través de la Ley Bases, que convalidó la no registración de relaciones laborales, facilitó los despidos a bajo costo, legalizó formas de contratación precaria (como el monotributo encubriendo relaciones de dependencia) y restringió derechos individuales y colectivos, especialmente en el sector público nacional”.

Finalmente, el estudio que dirigió el economista Claudio Lozano, subrayó que “el nuevo acuerdo con el FMI valida y promueve estas reformas y alienta una mayor flexibilización del mercado de trabajo, orientada a reducir costos laborales, precarizar vínculos contractuales y debilitar el poder sindical” y destacó los cambios ya validados “La extensión del período de prueba, la habilitación para contratar hasta tres trabajadores no registrados por empleador, la promoción del monotributo como régimen principal de contratación y la posibilidad de reemplazar las indemnizaciones por fondos de cese laboral”, enumeró.