OPINIÓN Por Sonia M. Escudero 28 de diciembre de 2020

La necesidad de tener una ley de interrupción voluntaria de embarazo

A horas del debate en el Senado de la Nación sobre la ley de interrupción voluntaria de embarazo, la doctora Sonia Margarita Escudero, lejos del tiroteo de estigmatizaciones y escraches, explica por qué es necesaria una ley de este tipo en el país.

La estrategia de presión y escraches a los senadores nacionales elegida por los sectores autodenominados celestes, me parece una actitud antidemocrática. La esencia del sistema democrático es la confrontación de ideas y, al acceder a datos y razones, se van construyendo las decisiones que buscan aliviar el sufrimiento y mejorar la calidad de vida de las personas.
 
En el debate por la regulación de la interrupción voluntaria del embarazo están involucrados dos temas fundamentales: la autonomía de las mujeres, esto es, el derecho a decidir sobre su cuerpo y sobre su proyecto de maternidad, por una parte, y por la otra, el acceso al sistema de salud que la penalización vigente limita.
 
La realidad argentina con profundas diferencias socio-económicas se traduce en que la penalización tiene por efecto el bloqueo a la interrupción voluntaria del embarazo de mujeres vulnerables, en condiciones seguras, esto es, con asistencia médica. Estos son los casos de mujeres que mueren por abortos clandestinos. Mujeres muy jóvenes y que están atrapadas muchas veces en un círculo de violencia. La única forma de llegar a ellas y ayudarlas es abrirles las puertas al sistema de salud.
 
Los sectores que hoy escrachan y amenazas a los senadores, son los mismos que se oponen a la educación sexual integral en las escuelas, al acceso a anticonceptivos, a la ligadura de trompas, al aborto en caso de violación… Esto es, propician que las mujeres pobres y vulnerables continúen muriendo por causas evitables.
 
Insistir en la penalización de las mujeres es medieval. La regulación legal de la interrupción del embarazo no obliga a nadie a modificar sus convicciones.