Sáenz, el abrazo del oso y el show judicial

Vienen tiempos de decisiones electorales en la provincia. Sáenz concentra la atención porque debe decidir entre continuar en Cambiemos o pasarse, como Romero, a apoyar a Urtubey presidente. En el medio, apareció el show judicial. LEA Y OPINE.

OPINIÓN 17 de enero de 2019 O.B.
Bavio Sáenz Britos
Julio Leonardo Bavio, Gustavo Sáenz y Jorge Brito

Gustavo Ruberto Sáenz ha demostrado en estos años de intendente de la capital salteña, una habilidad sorprendente para no quedar encasillado en los diferentes bandos o grupos políticos en los que la opinión pública ha encasillado a buena parte de la dirigencia. Si bien llegó con el frente de Sergio Mazza, ya pocos recuerdan que ha sido candidato a vicepresidente del candidato de Tigre; y poco después se sumó a Cambiemos de Mauricio Macri, de la mano de Frigerio ante la necesidad de sumar votos en el ballotage entre el actual presidente y Daniel Scioli.


A tres años de haber llegado al gobierno municipal, cuesta vincular directamente a Sáenz con el macrismo, sin embargo forma parte del mismo, trabaja a la distancia y podría ser el candidato a gobernador de Cambiemos en agosto próximo. Tanto cuesta, que algunos sectores políticos opositores tomaron este punto para que el votante identifique a Sáenz con el “depredador de bolsillos argentinos”.


Es decir que Sáenz se ha preocupado por ponerle sello propio a su gestión, uno de los aspectos que lo mantiene como uno de los más serios candidatos para conducir la provincia en los próximos cuatro años. Justamente por eso, fue “invitado” a conformar un “gran” frente provincial, que respalde la candidatura de Juan Urtubey para presidente de la nación. Lo hizo Jorge Brito (Banco Macro) a mediados del año pasado, durante un almuerzo en Joaquín V. González. Ahora, fue el senador Juan Carlos Romero el que “rompió” la veda del verano con la sugerente invitación por Facebook afirmando que “todos los salteños debemos apoyar” a Urtubey presidente.

La idea suena bien en oídos de ciudadanos incautos pero estos tipos de convites tienen algunos bemoles que habría que tener en cuenta antes de entusiasmarse. Primero, que un acuerdo de cúpulas no atiende los intereses de los de abajo, sólo se hace desde una lógica de poder. Y en Salta, existe la tendencia de quienes quieren tomar las grandes decisiones según su punto y parecer. Para algunos, por ejemplo, el peronismo genuinamente ha tenido gobierno cuando ocuparon la primera magistratura Carlos Xamena, primero, y el doctor Miguel Ragone, después. En el resto ha tenido fuerte influencia el poder económico para imponer tal o cual mandatario. Y, quizás la oferta sea que vuelva a repetir como intendente o sea vice de otro.


Por esas cosas del destino, el actual intendente se postula como un outsider o alternativa de un sector que viene manejando la provincia hace 12 años, muchos de los cuales derivaron de los 12 años anteriores de Juan Carlos Romero, y que ahora pretende seguir gobernando proponiendo un gran frente a la salteña, cuya carta ganadora se presentaría con Urtubey para presidente, Romero, otra vez, senador nacional, Sáenz gobernador, y cualquier otro dirigente intendente. Considerando el poder político de unos y el económico de otros, se podría conjeturar que este frente no tendría rivales en las próximas elecciones. Sin embargo, este convite puede significar para Sáenz un verdadero “abrazo del oso”, ese que simula ser una expresión de cariño y termina rompiéndole las costillas.


El primer síntoma ya se mencionó: un acuerdo de cúpula, es sólo un acuerdo de cúpula, no cuenta a la gente. Ejemplo, el acuerdo por la gobernabilidad del Peronismo Renovador con Macri para aplicar el ajuste y los tarifazos que tienen a mal traer a gran parte de los argentinos.


Segundo: los salteños, siempre desde la visión de quien escribe, no necesitan un gran frente unificador para imponer un presidente, es mejor un amplio menú de propuestas que indiquen cómo se puede construir un futuro que incluya a todos.


Tercero: un frente de la naturaleza del que se pretende armar, dejaría de lado el debate y las discusiones sobre qué queremos los salteños para nuestros días por venir. 


Cuarto: Sáenz llegó hasta el CCM justamente porque buscó un camino distinto al que le ofrecía el oficialismo de Urtubey, y encontró apoyo para vencer en las primarias a Guillermo Durand Cornejo y luego a Javier David, quien corría con el caballo del comisario Urtubey.


Quinto: Sáenz está sentenciado a transitar el tan mentado “camino del héroe”, aquel supone el gran desafío para llegar al objetivo fijado. Sumarse a un gran frente como ya decidió Romero, significará un retroceso político para los salteños, porque desnudaría que con tal de lograr su objetivos, es capaz de cualquier cosa. Y significaría una gran decepción para quienes creyéndolo distinto, lo acompañaron hasta la Intendencia capitalina. Sáenz sabe que buena parte de la ciudadanía está esperando su decisión final sobre cuál será su papel en las próximas elecciones. Y qué tiene para ofrecerles a los salteños. La comodidad de pegarse a los poderosos del momento o buscar debatir proyectos o programas de gobierno para el futuro. Nada le asegura el triunfo, pero sería mejor si lo logra imponiéndose a sus adversarios.


Como decía Víctor Hugo: “No hay nada más fuerte en el mundo, que una idea cuya hora ha llegado”.

Show judicial


En este contexto, apareció en estos días un llamativo e inédito operativo judicial y de la AFIP, que se pareció en mucho a lo que nos tiene ocupado la prensa nacional con golpes de efectos mediáticos que repercuten en la política. Por una denuncia que hace prácticamente dos años fue radicada en el juzgado federal Nro. 2 de Salta, a cargo del Dr. Miguel Medina, la semana pasada se desplegó un inusitado operativo policial en el Centro Cívico Municipal, para obtener documentación oficial de contrataciones y pagos a tres empresas del medio.

La orden no la dio Medina, quien se encuentra de licencia, sino el juez subrogante Julio Leonardo Bavio. La Policía  Aeroportuaria actuó de tal forma que más que buscar documentación oficial parecía estar allanando la casa del Chapo Guzmán. 

Nunca hasta aquí una orden judicial se había realizado en una institución política como la Municipalidad. Al menos no en Salta. Lo que obviamente llamó la atención de los observadores de la política local. Sobre todo porque se trata de una documentación pública que se puede gestionar con un oficio judicial.
Según la Policía Aeroportuaria, la AFIP pidió investigar a tres empresas sospechadas de evasión en la provincia, pero el operativo sólo se realizó en la Municipalidad y no en el Grand Bourg en donde las mismas empresas también tienen contratos por obras.

La decisión judicial de solo dirigir el operativo en el CCM, despertó sospechas en los ámbitos políticos, no por la investigación sino por las formas de los operativos.

Procedimientos así, en estos tiempos de inmediatez impuesta por las redes sociales, no buscan la reflexión del ciudadano, sino que sólo alcanza para la reacción, favorable o contraria a un hecho. 

Nobleza obliga recodar que en el 2017, en pleno show del “se robaron todo”, el juez Claudio Bonadío solicitó información sobre la obra pública en la gestión de Miguel Isa, y el intendente Sáenz puso toda la documentación a disposición del cuestionado magistrado para que investigue. Sáenz actuó con seriedad y respeto por el rol de las instituciones, y no buscó aprovecharse de un ambiente propicio para el escándalo como hicieron otros dirigentes de Cambiemos, que carentes de ideas se solapan en los supuestos escándalos hasta ver qué hacen con el país.

Con justa razón, como el juez no explicó de qué se trata y a quienes busca ni porqué, la concejal Cristina Foffani, del PO, exigen información sobre el caso; y el dirigente Eduardo López, del partido de la Nueva Salta, que no tiene representación legislativa, denuncia la existencia de “empresarios que siempre se robaron todo”. Y en las redes dan vueltas memes que ponen a la gestión municipal bajo sospecha. Conocedor de esto, Sáenz le pidió al abogado y ex senador nacional del PRS, Juan Agustín Pérez Alsina que colabore en todo con la investigación del mencionado juzgado federal.

Por eso este tipo de medidas, al estilo Bonadío son preocupantes, especialmente si son ordenadas de instituciones como la Justifica federal, AFIP y la PSA, las que aún gozan de cierto crédito ciudadano, que podrá mantenerlo si se trabaja con la seriedad requerida. La investigación seria y profunda no necesita de un show mediática, salvo que se esté buscando impactar en la percepción del ciudadano salteño.

En tiempos electorales, los llamados “carpetazos” despiertan más sospechas en quienes los tiran antes de a quienes apuntan.

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