Franco Wilde esta en las sombras desde que lo denunció una joven de 17 años por un presunto hecho de abuso sexual en el camping Los Gauchos de Circunvalación Oeste. Ambos asistieron a la fiesta “Frida” pero nunca imaginaron que el recibimiento del 2019 iba a terminar con una grave denuncia.

De acuerdo al entorno de la jovencita, Wilde la habría abusado sin mediar consentimiento aunque él afirmó, en su declaración, que ambos estuvieron de acuerdo. Sin embargo, el padre de la menor formalizó la denuncia apenas vio a su hija ensangrentada en una estación de servicio. Había acudido a ese lugar después de la violación en el baño de la fiesta, y estaba en estado de shock. Gómez, el padre, logró individualizar al abusador ya que lo conocía y dio aviso a la policía para detenerlo inmediatamente.

La justicia continúa investigando el hecho y ya se realizó una inspección ocular en el camping donde sucedió el hecho. También, se tomó declaración a unas amigas de la víctima, quienes fueron testigos del aberrante suceso. Sin embargo, el testimonio fundamental, todavía no fue escuchado en Cámara Gesell porque la menor no se encuentra en condiciones psicológicas para revivir lo que le sucedió.

Raimundo Sosa, abogado representante de la familia, dialogó con El Expreso de Salta y dijo que la producción de la prueba va a demandar mucho tiempo ya que también se tienen que analizar los teléfonos y rastros de sangre. “No vamos a tener definición de esta causa hasta dentro de 15 o 20 días seguramente. Recién ahí veremos que deciden el juez de garantías y el fiscal. Con relación a la menor, todavía se encuentra en estado de shock”, aseveró.

Consultado sobre la versión del imputado sobre de que la víctima dio su consentimiento para tener relaciones sexuales, Sosa expresó que “es su defensa, está en su derecho, afirmarlo pero no condice con el resto de las pruebas que se están realizando. Nunca un consentimiento termina en un estado de shock de la víctima”.

Por último, el experimentado abogado explicó que el hecho de que la víctima sea menor de edad, agrava a media el hecho puesto que tiene 17 y no 14 años, es decir, que está en edad de prestar consentimiento. “Si la defensa puede probar el consentimiento, evidentemente no existe el delito pero si de la prueba surge que no existió consentimiento y hubo abuso, deberá purgar alguna pena”, concluyó.