Luego de una mañana agitada y de gran expectativa mundial, a raíz de que un comunicado inusual, fuera emitido informando el estado preocupante de salud de la monarca, falleció a los 96 años la Reina Isabel II.

El comunicado emitido por el Palacio de Buckingham había informado que la soberana estaba bajo supervisión médica, y que sus médicos estaban "preocupados por su salud", motivo por el cual el mundo permanecía en estado de alerta.

La monarca detentaba el trono hace 70 años, y en la línea de sucesión directa, continúa el príncipe Carlos de 73 años, quien asumirá la corona el día de mañana a las once de la mañana, pese a que la ceremonia oficial deberá esperar un tiempo prudencial de duelo.

La acompañaron en Balmoral, la residencia situada 800 km al norte de Londres, durante sus últimos minutos de vida la princesa Ana de 72, el príncipe Andrés de 62, y el príncipe Edward de 58.

También emprendieron viaje los hijos de Carlos, William, segundo en la línea sucesoria al trono, y Harry. El hijo menor de Carlos y Lady Di estaba en Londres con su esposa Meghan para un acto caritativo.

La noticia se conoció luego de que la reina cancelara una reunión de su Consejo Privado y le recomendaran descansar.

El martes fue vista por última vez en una ceremonia pública, dónde recibió por primera desde el palacio de  Balmoral, en Escocia a la ministra Liz Truss y despidió jefe de gobierno saliente, Boris Johnson. 

En cuanto a su estado de salud previa, sus súbditos  se referían a “episódicos problemas de movilidad”. La soberana caminaba ya muy poco desde hacía tiempo, apoyada en un bastón. Además se encontraba mucho más delgada. Había cancelado algunos eventos diplomáticos recientemente para atender a las recomendaciones médicas de descansar.

La soberana será velada durante diez días con los máximos honores y seguramente será uno de los acontecimientos que marcarán la historia. 

El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, el clérigo de más alto rango en la Iglesia de Inglaterra, de la que es líder la reina, aseguró durante la mañana que rezaba por ella.

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