Miguel, primo de Agustina Nieto, dijo en De Buena Fuente con Marcela Jesús que durante todo el proceso quedó al descubierto que se trata de un "juicio amañado" porque en las distintas audiencias, los testigos que debían ser convocados, no fueron conducidos por la fuerza como se dijo y en algunos casos se tapó declaraciones con videos. "Fue una investigación deficitaria, lo ultimo que ocurrió es que había testigos importantes con nuevos elementos como la mujer que vio por última vez a Agustina y dijo que si podía ver al conjunto de la barra Los Poseídos, los ubicaría. Es decir, la persona ofrece su colaboración para esclarecer el hecho pero aún así no se hace. Entonces, como no se llama a los testigos, se desligan responsabilidades y colocan palos en la rueda", aseveró.

"Cada declaración deja al descubierto la vinculación entre los narcopolicias y la venta en la barriada. Los testigos cuentan a quienes le compran y todos saben lo que sucede, incluso la Policía conoce a Los Poseídos pero no hacen nada para detenerlos. La única conclusión posible es que hay una complicidad y de la mano de ella, una bendición del Poder Judicial para que eso funcione con condenas blandas o haciendo que no se muevan los organismos que corresponden", agregó. 

El hecho ocurrió el 10 de noviembre de 2018 en barrio San Benito de la ciudad de Salta. Según la requisitoria fiscal de elevación a juicio, esa noche Agustina Fernanda Nieto concurrió a una casa abandonada donde se encontraba Joaquín Octavio Viñabal con otras personas no identificadas. En ese contexto, alrededor de las 7 de la mañana, le quitaron la vida a la joven, presumiblemente mediante compresión del cuello y sofocación manual (taponamiento de la boca).