En conmemoración al Día Internacional de la Mujer, miles de salteñas salieron en diferentes horarios para conquistar aquellos derechos que todavía faltan conseguir. El grito principal fue justicia por los femicidios ocurridos en la provincia y en el país, pero sobre todo por el caso de Florencia Torres, la adolescente wichi de 14 años, asesinada de dos puñaladas el fin de semana pasado. 

La primera convocatoria tuvo lugar en el complejo teleférico a las 9 de la mañana, donde El Frente de Mujeres por la Emergencia, solicitó entre las consignas de siempre, el no pago de la deuda con el Fondo Monetario Internacional, “la deuda es con nosotras y no con el FMI, que la paguen los que se la fugaron”. Fueron cinco cuadras de marcha, pero más ligadas al sindicalismo y los gremios. El grupo pasó por la Catedral sin incidentes y se dirigió a la Legislatura donde culminó el acto. 

Desde temprano, la Catedral Basílica estuvo vallada para “evitar pintadas y actos de vandalismo”, como suelen etiquetar la forma de protesta algunos sectores más conservadores y religiosos. La medida fue repudiada por las distintas agrupaciones feministas en la marcha y en las redes sociales, alegando que una pared se puede pintar de nuevo, pero una vida no se puede recuperar. Afortunadamente no ocurrió ningún disturbio ni por la mañana ni en la tarde, transcurriendo la jornada de lucha con éxito.  

En la tarde, las mujeres se congregaron en la Plaza 9 de Julio y después se desplazaron por distintas calles del micro y macro centro salteño. También realizaron una feria de trueque, colgaron un tendedero con fotografías de las víctimas de femicidio y violencia, e intervinieron artísticamente sus cuerpos en la puerta del Cabildo y la Catedral. 

Lo interesante de la jornada, fue que pese a las marcadas diferencia, la izquierda participó de la columna principal, aunque la convocatoria fue a las 18,30 partiendo hacia la Legislatura y luego a la Central de Policía para retomar por Belgrano y volver a la Plaza 9 de Julio. 

Otras consignas fundamentales del “Ni Una Menos”, estuvieron ligadas a los sobreseimientos de Miranda Ruiz, médica imputada en Tartagal por garantizar el derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, y el Yolanda Vargas, que sigue imputada luego de que sus hijos perdieran la vida en un trágico accidente domiciliario cuando salió a comprar alimentos. También pidieron “Ni una más sin techo”, Finalmente, exigieron una respuesta definitiva para los femicidios que aquejan a las mujeres originarias.