El abuso sexual infantil es un trauma que puede llegar a acompañar de por vida a una persona y  al ser tan grave, muchas niños, o incluso adultos que lo sufrieron cuando eran menores, no lo pueden contar.

Todo abuso implica un trauma que queda grabado en el aparato psicólogico y en la afectividad, así, las secuelas dependerán de la gravedad de quien haya sido el abusador, cuanto tiempo se sufrió el abuso, de que manera y como fue presionado en ese hecho abusivo. 

Por la presión Arrieta indicó que se refiere a los mecanismos cohersitivos que el adulto utilizó para que el menor no lo cuente, "por lo tanto, el silencio al que el niño es sometido provoca un sufrimiento adicional", aseguró.

"No lo cuentan porque es como un mecanismo de defensa, es tanto el dolor, que involuntariamente la estructura del niño trata de llevarlo a un rincón oculto de su vida, no sacarlo nunca más a la luz", añadió.

Sin embargo explicó que este recuerdo suprimidos a veces puede salir a la luz con algún hecho les recuerda el episodio como ser un olor, un color, una frase que uso el abusador durante la violación y que ante las señales los padres deben estar atentos para brindar contención y la ayuda necesaria.