Un vecino le escribió al gobernador Gustavo Sáenz en las redes sociales reclamándole mejoras en la atención de la Salud Pública provincial. Lo mismo hizo con la histriónica diputada Galleguillos, también con senadora Taibo. Y lo hizo al enterarse un caso de extrema inhumanidad que vivió una anciana de 86 que ingresó a la guardia del hospital de Rosario de Lerma, “postrada y con mil batallas”, y “pese al pedido del médico del PAMI de internación, pasó cinco horas en una camilla en un pasillo tapada con una colcha, no fue internada, y cuando se hicieron las 11 de la noche, desde el hospital le recomendaron que se vuelva a su casa”.

“¿Esto es el pacto de Salta?”, preguntó Manuel Pío Coronel en tono de crítica e indignado por el caso. 

Además, dijo que “la política de salud sólo se discute en las cámaras. El hospital está así hace 30 años cuando éramos 16.000 habitantes, ahora somos casi 70.000, y no tiene ni la complejidad y menos la infraestructura para 70.000 rosarinos, entonces dejemos de bol… con pactos y dejemos de vestir el santo al revés”.

Una empleada del hospital denunció que el PAMI es la peor obra social que tienen los jubilados en Salta, y dijo que “cuando notamos que la receta viene de una institución privada porque les conviene no hacerse cargo, tiran a los abuelos al hospital público”.

También denunció que las clínicas privadas del lugar, no admiten a los afiliados del PAMI, y los derivan a los hospitales públicos.

Otras opiniones le apuntaron también gerente del hospital y a los empleados. “Cuando logran entrar, juran ante la Biblia velar por el paciente, pero después no cumplen”, y le pidió al gobernador Sáenz que aplique sanciones a las autoridades del hospital y que saque a la gente que no cumple con su deber”.