En los últimos días creció notablemente una campaña mediática para desacreditar la mayor medida de fuerza que organizó la Confederación General del Trabajo (CGT) para frenar la receta política del presidente Javier Milei para frenar la inflación pero dentro de 15 años, pero a costo de los jubilados, la clase trabajadores y las microempresas.

El mejor argumento que encontró Milei para aplicar semejantes medidas fue apuntarle a la supuesta "casta política", que hasta ahora no tocó. Sin embargo, está favoreciendo a las grandes multinacionales en la noción de que hay que favorecer "al capitalismo exitoso", como el Marcos Galperin que recibe un subsidio millonario en dólares, y que gracias a eso y a la gran idea Mercado Libre, se ha instalado ya en otros países como Brasil, Chile, México, entre otros, con lo cual ya no le correspondería ayuda estatal, sin embargo, sigue recibiendo ese beneficio, razón por la cual, el empresario se volvió en un verdadero militante de Mauricio Macri, que le fijó los beneficios, y luego para evitar pagar impuestos, desde Uruguay lo hizo a favor de Javier Milei como candidato presidencial.

Héctor Daer, el elegido por el gobierno y los medios para desacreditar el paro del miércoles.

De esta injusticia que además contradice aquello que el "que más tiene, más tributa", no mencionan los medios afines al pensamiento neoliberal y libertario.

Cómo será la potencia de inoculación del discurso violento y tiktokero de Milei que se da el lujo de decir que la mayor inflación en década debía ser para festejar, para lo cual inventó un supuesto 45%, que ninguna consultora manejaba. Este fin de semana, el presidente argentino volvió con lo mismo en un reportaje radial, al decir que "replicar" en enero un índice de inflación del 25%, como se registró en diciembre, sería un "buen dato" y "de ahí para abajo, sería todo para festejar", al marcar que mantener ese índice inflacionario en enero "implicaría que estás en el inicio del camino descendente". Hay que decir que la mayor inflación mensual de Alberto Fernández, llegó a la mitad de lo que Milei pregona como un éxito.

En ese mismo reportaje, Milei reiteró su promesa de que una vez que su Gobierno "estabilice la economía, limpie el sobrante monetario y sanee el Banco Central", va a "liberar el mercado de cambios plenamente".

¿Y los precios? Siguen en alza en una economía totalmente descontrolada, en donde las familias de menores recursos le cuesta llegar a fin de mes.

Todo comenzó cuando, cuando el titular de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados, José Luis Espert acusó de "mafiosa" la advertencia del cotitular de la CGT, Héctor Daer, respecto del repudio popular que les auguró a los legisladores que voten a favor de la norma.

"El paro es inamovible porque hay una agresión colectiva muy grande contra distintos sectores de la sociedad y en particular contra los trabajadores y el 90 por ciento de la sociedad productiva argentina", sostuvo el sábado pasado, Daer en declaraciones a Radio Splendid.

 

Otro ejemplo: el es fiscal Pablo Lanusse, que alguna vez, prometía transparentar todo el entramado judicial y corrupto, pero terminó en un fracaso cuando Fernando de la Rua, primero, y Mauricio Macri, despues, le dieron la oportunidad de trabajar en el gobierno, apareció ahora a decir que hay que aguantar porque todo es culpa del kirchnerismo, utilizando otro latiguillo común al macrismo, pese a que los indicadores sociales y económicos no refrendan estos dichos. "El camino propuesto en la Ley Ómnibus -escribió Lanusse- que requiere mejoras y cambios (en lo que se está trabajando) es el que Argentina necesita para salir de esta crisis excepcional que provocó el kirchnerismo".

Evidentemente, Lanusse no tiene el nivel de vida que la población que se ve afectada por las medidas libertarias de Milei.

Pero un cosa la estrategia comunicacional del gobierno de denostar a los dirigentes gremiales que convocan al paro, (la estrategia que ayudó a ganar a Milei para ahora aplicar el ajuste) y otra muy distinta  es la triste realidad que está viviendo gran parte de la población argentina. Es decir, todos estamos de acuerdo en que es necesario lograr un equilibrio fiscal en el país, pero no en hacer a costas de los que menos tienen, y de las economías más chicas, para los que estas medidas son realmente destructivas. Como dice el gobernador del Gran Buenos Aires, Axel Kicillof, "de nada sirve ajustar por un lado, y que ese ajuste achique la economía, con lo cual reducirá la recaudación impositiva del gobierno, con lo cual la rueda se vuelve interminable. El ajuste neoliberal nunca fue solución para recuperar a un país".

Milei aplica una estrategia comunicacional que le viene dando notables beneficios: denostar a los que se le oponen; hablar de "tongo" en el Congreso; hablar en contra del Estado y las empresas públicas como un mal de la república. O hablar de casta política, por ejemplo, que nadie sabe dónde está, pero que le sirvió para esconder a la casta económica, que hace rato vive del estado, como Paolo Rocca, cuya familia viene haciendo negocios desde época del General Perón, y a los grupos económicos que quiere favorecer con la Ley Ómnibus y el DNU: a saber, Eduardo Eurnekian, Mauricio Macri, Marcos Galperin, Alejandro Bulgheroni, Gerardo Werthein y el ahora popular Eduardo Elsztain, entre otros.

Mientras le corre el arco a sus promesas de mejoría, de dos o tres años, pasó a 15, y hasta a 45 para recién ver la luz al final del túnel.