Los goles del partido recién llegaron en el segundo tiempo cuando Mauro Cachi anotó para el Santo y lo puso en ventaja pero sobre el final del encuentro, Fabio Giménez se encargó marcar el agónico gol de la igualdad desde el punto penal, después de la falta que le cometieron a Matías Macoritto.

De esta forma, el clásico tuvo muy pocas ideas, las imprecisiones se multiplicaron en ambos equipos, más un notable falta de peso ofensivo en las áreas. Pese a que Juventud Antoniana merecía ganar, eso no significó que su rival iba a dejar que eso pase. A veces no basta con merecer, hay que arrebatar lo que es de uno y el Santo no supo entenderlo.

Ahora el partido de vuelta  será el próximo domingo desde las 19 en el estadio Gigante del Norte donde tendrán que definir quien pasa a la siguiente instancia.