Como una ironía de la vida, o de la muerte, hoy jueves 25 de Mayo, día de la patria, el gauchaje salteño perdió a quien fue en vida un verdadero emblema de la tradición, domador, amante de los caballos, solidario, amigo; su nombre fue Ricardo Bartolomé Ovando pero popularmente fue siempre identificado simplemente como “Rama Seca”, el guacho más popular del Valle de Lerma y alrededores.

“Rama Seca” tenía 79 años y venía aquejado por una vieja y larga enfermedad que empeoró cuando falleció su compañera Teresa Vilte, una mujer que estuvo siempre a su lado. Aquejado de sus males, el popular “Rama” pasaba su vida en soledad, pero siempre asistido por amigos y parientes. Luego tuvo que ser internado en el hospital de Campo Quijano en donde permaneció bajo observación médica hasta la noche del martes cuando falleció. Desde las 8 de la mañana del jueves, se habilitó una sala velatoria en la Vicaría Inmaculada Concepción, de La Silleta, por donde pasaron las familiares del lugar para darle el último adiós en reconocimiento al gran gaucho que fue. Luego a las 17, se realizó la misa para rogar por el eterno descanso de su alma, oportunidad en que su hijo Yuyo lo despidió con una zamba que había escrito para su padre, y también otro hombre con historia en el pueblo, como el padre Horacio Rivadeneira, ahora ya retirado en Atocha. El anciano cura recordó que cuando fue designado al frente de la parroquia del pueblo el primero que fue a recibirlo y a ofrecerle su colaboración fue Rama Seca y su esposa; recordó las cabalgatas con la Virgen Peregrina por los cerros, y la participación en otros pueblos y ciudades, siempre desde su espíritu gauchesco. Las palabras de Rivadeneira fueron conmovedoras.

El prestigio y la fama de "Rama Seca" había trascendido las fronteras del pueblo, tanto que, en el año 2016, lo visitó el entonces presidente Mauricio Macri y su esposa Juliana Awada, en reconocimiento por su defensa de la tradición argentina. 

El intendente de Campo Quijano, Carlos Folloni, manifestó sus condolencias por el fallecimiento de “conocido cariñosamente como "Rama Seca" quien será recordado por su calidad humana excepcional, así como por su destacada personificación de la cultura gauchesca y las tradiciones de nuestra comunidad.

Su legado perdurará en la memoria de aquellos que tuvieron el privilegio de conocerlo”, afirmó. Tras el oficio religioso y como es tradición, los gauchos más conocidos llevaron el féretro a pulso hasta el carro fúnebre que en marcha lenta pasó por las calles del pueblo, con vecinos dándole el último adiós a su paso. Al lado del vehículo, Cacho Ovando llevaba a tiro al último caballo de Rama Seca, “El Mechudo”, que tal como se estila en el gauchaje también participó en el último acompañamiento hasta su última morada.