¿No será tarde para lágrimas? Fue el interrogante entre irónico y resignado que expresaron los dirigentes locales del PRO, cuando los anoticiaron que ¡"por fin, las autoridades nacionales decidieron tomar cartas en el asunto salteño". Las quejas de los principales dirigentes no son nuevas, pero la responsabilidad en todo lo que pasó en la provincia en cuanto al armado electoral se responsabilizó a las autoridades partidarias locales que no supieron comandar un armado electoral competente a las exigencias de las próximas elecciones de mayo.

Despedida del 2022, con promesa de encarar el segundo tiempo en el 2023. Habrá cambios.

El principal apuntado como responsable, coincidente entre varios sectores, fue Martín Pugliese, el interventor que había sido elegido por influencia de Mauricio Macri. Pero todas las quejas y las acusaciones fueron tomadas en Capital Federal como si fueran parte del internismo en que había caído el partido, y no en asuntos reales que estaban sucediendo en este novel partido de la derecha neoliberal argentina.

Pero ante las urgencias electorales, en la provincial sólo se observa una diáspora de dirigentes que partieron en polvorosa a otras organizaciones y lo peor es que el "grupo los traviesos" con apoyo del Grand Bourg pretendían quedarse con el sello partidario. Ante esto, el último que pegó el grito en Buenos Aires fue Rodríguez Larreta, quien cuando estuvo campeando el carnaval jujeño, se interesó sobre la situación del distrito salteño. Y ahí, se enteró del caos que está atravesando el partido que el año pasado era cabeza de Juntos por el Cambio local y quedó colgado de un hilo del radicalismo que comanda Miguel Nanni.

Justamente, Nanni fue convocado de urgencia para hablar del tema con Larreta. Y rápidamente se decidió reemplazar al interventor Pugliese, y buscan acuerdo sobre quién sería el reemplazante. Hoy llegaron los enviados de Larreta y Bullrich, para convocar a la dirigencia local hasta que el humo blanco indique que el macrismo tiene consenso para salir a pelear en las elecciones de mayo.

Como se decía de Fabio Zerpa, ahora hay que reconocer que "Martín Grande... tenía razón..."