El primer graduado en la carrera de medicina de la UNSa, Pablo Koss anticipó que el rumbo que tomará su vida luego del la universidad será la saluda mental, sea con los pacientes o mediante investigaciones científicas para promover la medicina mental libre de prejuicios y tabúes. 

"Hay que perder el miedo a los psicofármacos, porque cuando uno tiene una neumonía por ejemplo, necesita un medicamento porque la persona sola por si misma no la va resolver y si se queda viviendo con la neumonía la calidad de vida o pone en riesgo su propia vida" ejemplificó y añadió que con las enfermedades mentales sucede lo mismo, "solo que no se ven". 

A este respecto primero explicó que se deben tener en cuenta algunas alertas que muestra un paciente que pudiera estar con algún problema médico mental, "si alguien está desganado, duerme mal, va perdiendo la motivación o la felicidad de compartir con la familia, con los amigos, eso no se tiene que normalizar, sobre todo en los adolescentes, así que no digamos de buenas a primeras que son vagos, sino veamos primero si no les pasa algo para tomar las medidas necesarias". 

Finalmente consultado por la decisión de inclinarse a los estudios de la mente y las enfermedades mentales para su formación profesional sostuvo que "la mente y la memoria son cosas maravillosas que tienen los seres humanos y dentro de la memoria una de las cosas más emocionantes es el olvido porque el olvido nos hace sobrevivir a este mundo. Hay dos formas de olvidar una a largo plazo, en la que vamos dejando atrás cosas que ya no sirven para la vida y otra que se olvidan momentáneamente para poder pasar a otra. Los olvidos son necesarios, los comportamientos que hacemos, algún mal habito que queramos cambiar, etc., uno necesita olvidar toda la información vieja. El mecanismo del olvidar es el que por allí nos ayude a la libertad. Estudiar eso y ver de que manera se comportan los neurotransmisores, que condiciona que uno se olvide cosas y otras no, y comprender mejor porque tenemos esa flexibilidad", concluyó.