“Desde que soy muy niña yo me sentía Rosario a esa edad y no lo podía manifestar, tengo 50 años y esa era otra época, lastimosamente para mis padres y gente era un niño enfermo, no se hablaba de infancias trans”, dijo Rosario Sansone, referente de MTA e integrante de la comisión organizadora de la Marcha del Orgullo LGBTIQ+ en Salta, en el programa De Buena Fuente, por TV Canal 2 y FM Atlántida 93.5.

En este sentido, contó: “Recuerdo cuando comencé el jardín de infantes y ahí escuché ‘mariquita’ y era la manera en que mis compañeritos me agredían. Era mi comportamiento, estaba mal visto que juegue con mis compañeras y no juege a la pelota, sino a la muñeca”. Agradeció a su madre, quien la entendió y acompañó en la lucha, aunque compartió que de todas maneras, se sintió “culpable por ser, sentir y pensar así”. Este sentimiento se asociaba a que “la gente no entendía o pensaba que estabas enferma, que era un capricho, te llevaban al psicólogo o te daban una paliza”, explicó. “Desde ese primer insulto, sabía que se referían a mi forma de ser”, sentenció.

Contó que de niña, veía las revistas de casos policiales, donde aparecía la palabra “travesti” retratando los crímenes a los que se sometía a la comunidad: “Yo sabía que en algún momento iba a ser esa palabra, sabía que podía ser esa chica muerta en la foto. Crecí con mucho miedo por ser trans”. 

Además, afirmó que muchas mujeres travesti-trans fueron expulsadas desde los 8, 9 y 10 años. En este marco, aseguró: “Veo el cambio y lo disfruto”. En diálogo con Marcela Jesús, recordó: "Cuando Pelusa estaba viva y organizábamos las marchas, la esperanza era lo que nos movilizaba, hace 19 años no había nada".

La activista contó que nació en la localidad de Colonia Santa Rosa, donde a pesar de que “fue terrible la discriminación”, logró terminar la educación secundaria y a los 18 años decidió irse de su casa.