El ex interventor de Aguaray, Adrián Zigarán contó que entre las medidas centrales tomadas para el buen funcionamiento del municipio, lo primero que trató de hacer es normalizar las finanzas, "ingresaban  17 millones de pesos por mes en concepto de recaudación, pero pero pagábamos 17 millones en sueldo. Había cero ganancias para el funcionamiento mínimo del municipio. También había una deuda de más de 19 millones y se adeudaba meses de sueldo a trabajadores ocasionales. O sea que si no era por el tema de los caños en octubre en diciembre igualmente iba a estallar porque iba a entrar en cesación de pago del municipio", contó.

Al respecto destacó que había sobre población de trabajadores estatales, pero que debido a la pandemia y por desición del gobernador no se podía cesantear a ninguno en este contexto, motivo por el cual decidió dejar de asistir a los vecinos con problemas del tipo personal, para centrarse en las tareas básicas, alumbrado, barrido y limpieza.

"La gente de Aguaray está en contacto con la de Salvador Mazza y les llevaron tranquilidad. Nosotros dejamos un municipio tranquilo, ordenado y en paz social. Yo soy  dialogista y prolijo, manejamos con austeridad total el Estado. El municipio tiene que estar para brindar los servicios mínimos, alumbrado barrido y limpieza y no podíamos barrer las calles ni poner los focos, ni tener limpio si se dispensaban fondo para otras cuestiones personales, como parlante para el cumpleaños quince de alguien", destacó.