Roberto Carlos Rejas, condenado a cadena perpetua por matar a su expareja y a su hijo, se había escapado hace dos semanas de un cuartel de Bomberos de Tucumán. 

Al prófugo lo encontraron en un camping, donde se hacía llamar “Leo”, un supuesto estudiante. Lo habrían ayudado tres personas que dejaron todo pago.

A partir de las 6 de la tarde del jueves ingresó una denuncia anónima por parte de personas y propietarios del predio que Rejas venía frecuentando. "Allí hacia trabajos de limpieza, en barcazas, en lanchas. Lo que llamó la atención fueron sus datos filiatorios porque ponia diferentes en diversas cabañas  del camping dónde estaba,  cada vez que le pedían el nombre daba distintos", amplió Cruz.

A partir de la llamada, el comisario José López tomo medidas con personal civil del área de investigaciones, "llegaron al lugar, hicieron un relevamiento y en el momento conformamos que se trataba de Rejas y procedimos a su detención, el no puso ninguna resistencia. Fue dirigido a la sub comisaría de General Moldes y puesto a disposición de la fiscalía", explicó el funcionario."El modus operandi que tenía era quedarse trabajando el día a día", añadió.

Todavía se encuentra detenido en Moldes, pero con el correr de los días se hará el exhorto a la provincia de Tucumán, "se hara en conjunto con la fiscalía tucumana, estamos articulado para resolver el procedimiento. Generalmente en estos casos la policía se Salta lo escolta y lo lleva hasta los límites con la provincia y allí se hace cargo la jurisdicción, la fiscalía y la policía de Tucumán", explicó.

El tenía un pedido de detención internacional por lo cual se activaron todos los protocolos, sobre todo en Salta, que es una provincia que limita con tres países "hemos activado desde el ministerio de Seguridad y la policía todas las medidas, no descartamos que se hubiera querido fugar a Bolivia", finalizó.