Los jueces de la Sala V del Tribunal de Juicio condenaron a Agustín Balmaceda a la pena de 17 años de prisión, a un menor al momento del hecho lo declararon responsable penalmente y absolvieron a Gonzalo Molina por el beneficio de la duda. Todos estaban acusados del abuso sexual en banda ocurrido en abril 2018 en la zona sur de la ciudad. La víctima había asistido a una reunión con una amiga, luego le robaron el celular y ella se retiró con uno de los condenados hacia la parada del colectivo cuando apareció un vehículo y la sometieron entre los tres. M.B.C. despertó a las horas en un descampado con signos de violación y logró denunciar que la intención era matarla.

Después de escuchar la lectura de la sentencia del largo juicio, Gastón Casabella explicó que en parte se hizo lugar a la acusación de la querella ya que desde su lugar habló de abuso sexual con acceso carnal agravado en concurso real con el homicidio en grado de tentativa, triplemente agravado por el contexto de violencia de género, en concurso de dos o más personas y por procurar impunidad para sí. Sin embargo, “no se hizo lugar al pedido de tentativa de femicidio y nosotros veníamos sosteniéndolo desde la acusación particular a diferencia de la fiscalía. Habíamos pedido una pena de 25 años, quizás al tribunal le faltó un poco de perspectiva de género en cuanto a la valoración de la prueba. Quedó demostrado la total procuración de impunidad de la acusados, no iban a dejar a la víctima tirada en al baldío para que los denuncie a ellos o a los familiares cercanos. Esto siempre estuvo presente en la teoría del caso y lo acreditamos en demasía cuando alegamos en el debate que los acusados quisieron siempre dejar muerta a la víctima”, aseveró.

“Tendríamos que ver los fundamentos del tribunal, solo se dio el veredicto para ver qué es lo que los jueces estimaron que no se encontraba probado sobre este delito. Nosotros acreditamos que la víctima sufre una lesión en el cuello lineal y la médica legal dijo que no se había corrido riesgo de vida pero pensamos que luego de consumar el abuso sexual, sujetaron a la víctima con ese elemento y la abandonaron creyendo que había muerto. Ellos se fueron a su casa después a cocinarse una milanesa con huevo frito, según lo que dijeron pero dejaron a la víctima tirada, algo que resulta incoherente con los hechos. Obviamente que no dejarían a la víctima tirada para que los denuncien”, insistió Casabella.

Finalmente, el querellante se refirió a la absolución por la duda de Gonzalo Molina y manifestó: “nosotros lo acusamos como coautor material, creemos que era quien conducía el vehículo. Se demostró que era el único con auto que podría llevarlos, era tío de los otros imputados, se comunicaron esa noche con él y estuvieron en su casa. Es decir, todos los elementos señalaban que era el tercer participe, más allá que la víctima no lo reconoce, también estuvo en el hecho porque manejaba el vehículo”.