Sin picos y sin euforia: el sistema político se reacomoda para la próxima etapa

Se abre un verano menos ecléctico que los meses pre y pos electorales. Así como el dólar y los mercados dejan los subibaja extremos y tienden a encontrar un cauce, la política tantea su propio equilibrio. Se define y entra a rodar el nuevo gabinete, se consolidan los colores de las fichas en el Congreso y los partidos discuten rumbos y liderazgos.

NACIONALES23 de noviembre de 2025 El Expreso de Salta
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Una calma inusual para la era libertaria. La gestión de Javier Milei entra en una fase de reacomodamiento para encarar la segunda fase de la gestión, que en lo formal comenzará el 10 de diciembre, con el recambio legislativo y a dos años de haber asumido la Presidencia.

Los picos pre y pos electorales empiezan a disiparse, y el resultado natural es una economía que busca su cauce, al igual que la política, donde Gobierno y oposición despejan dudas, alistan tropas y sopesan sus fuerzas reales.

Por empezar, Javier Milei terminó de delinear su gabinete este mismo sábado, con la confirmación de Alejandra Monteoliva al frente de Seguridad en reemplazo de Patricia Bullrich, quien se mudará al Senado. La designación era un rumor extendido, y es un ascenso para quien era hasta ahora la número dos de la cartera. Más sorpresiva fue la designación del teniente general Carlos Alberto Presti como ministro de Defensa, en lugar del mendocino Luis Petri, quien saltará a la Cámara de Diputados.

No lo esperaba siquiera el ámbito castrense: un golpe de efecto, ya que el actual Jefe del Ejército es el primer militar en ocupar ese cargo desde el retorno de la democracia. La presencia civil en el despacho del Edificio Libertador fue una constante desde 1983, un simbolismo que también llevaba a que ese sillón fuera ocupado de manera habitual por un radical en los gobiernos no peronistas. Milei, con Petri, había seguido esa tradición.

También ganaron rodaje los otros nuevos ministros del gobierno libertario. Pablo Quirno hizo los deberes de canciller en Sudáfrica, en la Cumbre de Líderes del G20 en Johannesburgo y no acompañó el documento final, alienado con los intereses de Estados Unidos. Mientras que Diego Santilli sigue su gira provincial y recaló en Santiago del Estero, donde abrió puentes con Gerardo Zamora, indescifrable siempre, y con el 100% de los legisladores provinciales bajo su órbita. Los gobernadores también empiezan a acomodarse en el tablero y serán clave en el nuevo Congreso, más polarizado que hasta acá.

La política, los mercados y los gobernadores entran simultáneamente en fase de reequilibrio. El dólar también busca su término justo. Ni la escalada imparable que siguió al 7 de septiembre y que obligó al salvataje de Donald Trump. Ni la caída en picada después de la victoria violeta del 26 de octubre. Por caso, el oficial anotó su primera suba semanal desde las elecciones, y se colocó en torno a los $1.425. No habrá libre flotación ni asoma una mayor flexibilidad para las empresas.

También el mercado dejó los bandazos del rojo furioso con bajas sin fondo y del verde de subas históricas. Como en el caso del dólar que tuvo los primeros sacudones post 26-O, el S&P Merval en dólares tocó mínimos de casi un mes al cierre de la semana y el riesgo país superó los 650 puntos básicos, tras un desplome que vino luego del triunfo de LLA en las legislativas.

No es tiempo para exceso de optimismo ni exceso de pesimismo. Nada parece indicar que haya un milagro de resurrección (al menos no lo habrá hasta que repunte el consumo) ni que el barco libertario esté al borde de un precipicio. Todo tiende a la calma, un lento alejarse de los subibajas extremos.

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