El veterano de Malvinas, abogado y miembro del Instituto Jurídico Malvinas del Colegio de Abogados, Anastacio Vilca Condorí, estuvo en De Buena Fuente y compartió su historia y la de su familia.

Contó que junto a dos hermanos, participaron de la Guerra de Malvinas y uno de ellos hasta era menor de edad, de nombre Mario, quien tenía tan solo 16 años. “Éramos tres de doce hermanos, hoy somos nueve. Eso, tener una familia dentro de la guerra, le costó la vida. Falleció ahí, terminó la guerra y no pudo comprender porque estaba, estábamos ahí”,

Anastasio, que era enfermero, y su hermano Bautista, luego de la guerra, continuaron prestando servicio. “El buque Bahía Paraíso, que luego se transformó en buque hospital, siguió auxiliando a los sobrevivientes que quedaron; habían situaciones drásticas con pilotos, buques hundidos de bandera argentina, cooperando con siniestros con los caídos ingleses, fue una tarea amplia y grande”. 

Mario y Bautista estuvieron en el ARA General Belgrano. Sobre su joven hermano, afirmó que guardaron la esperanza durante cuatro años de que pudo haber sido rescatado por algún buque mercante de otro país; “finalmente, nos convencimos de que pereció en las aguas del Atlántico”, lamentó. “Mi otro hermano, cuando fue el hundimiento del Belgrano, fue tan corta su posibilidad de llegar hasta Orán. Mi mamá viva en el campo en Los Naranjos, y no lo pudo ver porque eran tiempos en que los caminos y ríos no lo permitían, y se tuvo que volver. Mi mamá no pudo comprender que el podía estar salvado”.

Recién un mes después finalizado el conflicto, Anastasio volvió con su madre. “Pude verla y le dediqué varios días para estar con ella, pero tenía que volver de nuevo. Estaba muy afectada y mi papá también. Ellos fueron las víctimas de la guerra. No podían comprender que uno volvía, otro se iba, que la guerra había terminado. Estuvieron enfermos emocionalmente y la afección al corazón les hizo esperar y mi mamá falleció derivado de un problema cardíaco”, compartió.