Con gol en contra de Strasorier, aunque el árbitro Amiconi se lo dio al jugador César Gómez, Central Norte derrotó a Juventud Antoniana por 1 a 0 en partido válido por la 26ª fecha del Torneo Federal.

Más allá de la alegría experimentada por los futbolistas azabaches y los hinchas que siguieron las alternativas a través de los diferentes medios, no fue el clásico esperado. Sobre todo en la primera parte en dónde quedó claro que el más necesitado de los puntos era Juventud. Dado la tranquilidad con la que encaró el asunto el equipo del Tano Riggio. Es más, se llevaban jugados veinte minutos y Salort comenzaba a demorar en cada saque de arco.

Juventud intentó vía Esparza, Vargas, Pato y algún aporte de Gauto, pero desde que se quedó sin nueve, sus ataques son bastantes débiles. Para colmo de males, salvo Martín Esparza, ninguno de los de arriba encaró el partido como se deben jugar los clásicos. Aun así Juventud fue mejor en esa primera parte, con poco pero mejor.

Así con ese panorama de un ataque antoniano flojo, Central aposto a jugar el partido con mayor tranquilidad, esperando aprovechar algún error de la defensa rival. Cosa probable ya que el fondo de Juventud no ofrece seguridad. Y es este, junto a la falta de nueve, el mayor problema de Juventud.

En la parte complementaria, arrancó mejor Central. Pero solo un poco mejor, ya que el partido siguió lejos de lo que se espera de un clásico. Para colmo de males, a Gorostidi no le funcionaron las variantes, incluso algunas decisiones sorprendieron, como la salida de Esparza.

Llegó el minuto 23 de la complementaria y tras un ataque por izquierda que después se fue a la derecha, apareció Cesar Gómez para rematar, en el camino apareció Santiago Strasorier y venció a Hugo Acevedo.

Si con el o a 0, Central estaba tranquilo, con la ventaja mucho más. A esa tranquilidad para manejar el balón le agregó hacer tiempo en cada oportunidad. Riggio, apeló a algunas variantes con el fin de dar el golpe letal, pero no salieron las cosas. Juventud terminó siendo solo voluntad y cero generación de situaciones para conseguir el empate.

Llegó el pitazo  final, y los jugadores cuervos dieron rienda suelta aun merecido festejo. No solo permanecen en el grupo de los cuatro, sino también le dieron un empujoncito más al fondo a su clásico rival.

                                                                                                                                                            Diego Rojas

Fotos: Omar Barrios

La pelota ya rebotó en Strasorier y se introduce en el arco de Acevedo para decretar la victoria cuerva por 1 a 0.

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