El diputado Germán Rallé, presidente del bloque Justicialista Gustavo Sáenz Conducción, estuvo en el programa De Buena Fuente y se refirió al conflicto docente.

“Una frase que repetía un político conocido de Salta es que muchas veces el árbol tapa el bosque y Gustavo es un hombre popular, es un hombre que le gusta estar con la gente y creo que al salir y al percibir ese malestar social, vio en primera persona lo que a lo mejor le informaban y le decían que era más una cuestión netamente política, con infiltrados”, reflexionó. Sobre el modo en el que se abordó el conflicto, reflexionó que en el gabinete “hay disparidad de opiniones y pensamientos”.

“A veces un ministro piensa y pone una impronta, tiene una mirada más radical de un conflicto y otro ministro tiene una mirada más humana de ese conflicto, y hay que surfear sobre esas situaciones”, analizó. Sin embargo, el legislador advirtió que en el conflicto docente “hubo gente de otros partidos que buscaron desestabilizar el gobierno y es verdad que hubo muchos infiltrados, pero esta mirada tampoco nos ayudó a resolver”.

En este sentido, se refirió a la reunión con Antonio Marocco, legisladores y delegados autoconvocados y sostuvo: “Nosotros nos sentamos con la docencia genuina, sin infiltrados, sin movimientos sociales, sin nada y discutimos, hablamos”. “Lo que pasa es que el conflicto empezó fuertemente unos días antes de la elección”, advirtió el legislador, quien reconoció que a raíz de esto “se pensó y se subestimó el conflicto pensando que era una cuestión netamente electoral”.

“Cualquiera que haga una lectura ve eso: estamos a unos días de la elección y esto puede ser electoral. El tema es que después de las elecciones, el conflicto continuó. Pese a que nuestro gobernador ganó con contundencia, ganó en todos los municipios, ganó en todos los departamentos, el conflicto continuó y en medio empezaron a aparecer banderas de distintos partidos, como partidos de izquierda, movimiento de esto, de aquello”, aseveró.

“Lógicamente, en un análisis rápido, pareciera como que era una movida más post electoralista, de desgaste de la figura de un gobernador que venía genuinamente legitimado por el pueblo. Debemos hacer un mea culpa: nos quedamos con esa mirada”, reconoció. “Cuando uno se sienta en una mesa de diálogo y habla con la docencia genuina como nos pasó el viernes, encontramos en la punta del ovillo y nos damos cuenta de que hay otras situaciones que es lógico y que queremos atender y que queremos resolver y encontramos puntos de encuentros”, destacó.