“Perón me mandó una carta de puño y letra desde España”

La histórica dirigente del Partido Justicialista, Silvia Elena Troyano, recordó al legendario político argentino, Juan Domingo Perón, y contó que una vez le mandó un, reconocimiento por su labor como mujer y peronista, y además, recordó una triste historia de un colega de cuando trabajaba en el diario El Intransigente.

DE BUENA FUENTE 30 de marzo de 2023 El Expreso de Salta
Silvia Troyano

Si hay alguien que puede contar la historia peronista como fiel militante del Partido Justicialista, ella es Silvia Troyano, que tiene una anécdota con el mítico Juan Domingo Perón, que le reconoció su labor y lucha en un tiempo donde muy pocas mujeres se animaban a enfrentar la dura realidad de aquella época. “Yo era delegada del personal de El Intransigente, hasta el entonces Sindicato Argentino de Prensa. Teníamos sede propia en la calle Sarmiento, que los que vinieron después hicieron algo mal porque la perdimos. Yo trabajaba a la mañana cubriendo todas las carteras de salud, desarrollo social, o sea, de varias áreas, era delegada del personal en el Ministerio de Bienestar Social, en un gremio provincial que antes se llamaba CEOAB, y era dirigente de la mesa política del Partido Justicialista, una condecoración que me había enviado en puño y letra Juan Domingo Perón desde España. Y con otras compañeras históricas, como Lulú Marocco, que ha sido una reconocida dirigente del peronismo de la rama femenina”, recordó Troyano.

También, Troyano recordó un triste y lamentable final, que tuvo su colega del desaparecido diario El Intransigente. “Yo era en ese momento periodista del diario El Intransigente, que estaba ubicado en Mitre al 200, y que era el único diario que apoyaba el gobierno de Miguel Ragone. En el año ´75, durante los días de carnaval, Luciano Jaime que era un periodista que hacia policiales, había descubierto que el joven Fronda  de 19 años y secretario general de los canillitas, había estado en la Central de Policía y después apareció baleado como un colador, muerto en el camino de Lesser. Jaime, que lo había visto en la Central, hizo la crónica, es más, estuvo presente viendo el escenario donde lo habían tirado, esa crónica le valió a Luciano, la muerte, previas amenazas por supuesto. Yo estaba embarazada de mi hija Soledad y un día, estábamos jugando al carnaval dentro del diario y de repente lo llamaron por teléfono y él se empalideció y me dice,. 'Silvia, si yo no vengo mañana, búsquenme cielo y tierra porque Joaquín Guil me va a matar'. Guil era era el jefe de policia en la práctica, y miembro de la Triple A, y además, algún grado de locura debe haber tenido para hacer lo que hizo durante esa etapa”, describió. Y para tener una idea de la violencia de aquellos años, detalló: “Lo ataron a un poste y lo estallaron con una bomba, con dinamitas". Luego recordó a Jaiema como un hombre, "de lo más bueno que te puedas imaginar, hacía su trabajo, era locutor en los bailes populares, un chango que trabajaba todo el tiempo, a su vez, era sobrino de Armando Jaime, un dirigente de la FRP, o sea  que, mezclaban todo en realidad, bastante ignorantes estos grupos de la Triple A. Hasta te juzgaban por los libros que vos leías, eran épocas espantosas, muy triste el seguimiento que se hacía”, concluyó con su relato Silvia Troyano.

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