"Yo nací en Buenos Aires, y ya a los 8 sabía que iba a ser médico y siempre le decía a mi abuela que iba a viajar al norte para atender a los indios, algo que pude concretar con mi segundo matrimonio, porque en los 24 años que estuve con mi primera mujer, ella nunca quiso acompañarme hasta que me separé, y la segunda aceptó, pero murió en un accidente viajando justamente a Misión Chaqueña", comenzó contando el locuaz facultativo. 

A su lado, Anastasia Flores asiente con la mirada baja, integrante de la comunidad wichí de Misión Chaqueña, en la localidad de Embarcación, a quien Rodolfo Franco le propuso noviazgo hace unos años para poder seguir viviendo en el lugar ya hace varios años atrás.

El tiempo transcurrido con las comunidades, contó el profesional médico, le dio la pauta de que existe "un alto grado de racismo para con la gente de la zona, sumado al tema económico y cómo les quitaron las tierras a los wichí, que son muy fértiles a pesar de que no llueve entre marzo y noviembre, pero pudo más el negocio de la soja transgénica, que en una variedad es resistente a la sequía".

"Desmontan para poner soja y agotan la tierra hasta más no poder, y esa situación no ha cambiado en los últimos años a pesar de los cambios de gobierno, y aclaro que mandar módulos alimentarios no va a cambiar la situación de fondo, aunque quizás sí la pueda paliar durante unos meses, pero si sigue el agro-negocio y la usurpación de campos de los wichí, como hicieron Macri y Urtubey, nada va a cambiar", advirtió. 

Allí, interrumpió Anastasia Flores para aclarar que "un módulo puede alcanzarnos dos o tres días, pero si la familia no tiene trabajo y tiene varios hijos, esa mercadería no puede servir de mucho, además de que sufrimos por las enfermedades y casi no tenemos remedios ni agua".

En ese punto, el Dr. Rodolfo Franco, quien fue contactado para el panel por la Mesa de Derechos Humanos de Salta, insistió en cómo les cambió la vida a las comunidades con los desmontes: "antes ellos tenían la cacería y hoy ya no hay animales, entonces escasea la comida, acá ya no alcanzan los pronunciamientos sino que tiene que haber acciones porque para los wichí, el monte era el supermercado, y hoy es raro ver una corzuela o un chancho del monte".

En lo que hace a su área, que es la medicina, reconoció que todos los días debe recorrer 50 cuadras, muchas veces a pie si es que se le rompió el vehículo personal, entre Misión Chaqueña y Paraje El Carboncito, por lo que otro de sus principales pedidos a las autoridades sigue siendo mejorar la atención médica y se agilicen las derivaciones.

"En el hospital de Embarcación es imposible conseguir un turno con la especialidad que sea, y ni siquiera tenemos un ginecólogo por lo que las señoras embarazadas no pueden hacerse una ecografía, ni tampoco tenemos pediatra, o hay muy pocos por lo que dan abasto, y allá las enfermedades más frecuentes son las respiratorias en invierno, y las diarreas en verano", lamentó.

Sobre las principales patologías que afectan a las comunidades, explicó que tiene que ver el hecho de que "las viviendas son muy precarias, ya que casi son todas de nylon, entonces están expuestos al frío del invierno y al horno del verano, donde hacen casi 50º de la mañana a la noche".