El hecho causó conmoción cuando tomó estado público. Nadie entendía cómo un hombre podía golpear a su pareja, pese a que ella tenía al hijo a upa. Pero, claro, luego se supo que “no era la primera vez que sucedía”. Lo declaró la mujer y figura en el expediente. También dijo nunca antes había tomado la decisión de denunciar al hombre violento e inhumano.

Según consta en el decreto de imputación, el hecho ocurrió el 23 de diciembre pasado en una vivienda de barrio Ampliación Villa Juanita, donde el imputado de 25 años amenazó y luego le produjo diversas lesiones a la víctima “con la clara intención de terminar con su vida”. Pero a la ferocidad del hombre, la mujer logró escapar con el bebé en sus brazos y se refugió en la casa de una amiga. Posteriormente, fue asistida en el hospital San Bernardo, cuyos informes sobre el riesgo para el bienestar psicofísico de la víctima fueron incorporados a la investigación. Se sumaron los informes médicos del CIF, declaraciones testimoniales y otros elementos probatorios que ponen a Flores al borde de recibir una dura sanción ejemplificadora.  Veamos sino lo que consideró la fiscal que actúa en el caso: “el accionar de Flores constituye un hecho grave por la motivación femicida que expresa el más profundo desprecio hacia la condición humana de la mujer, que si no admite someterse a sus decisiones o caprichos, no merece continuar su existencia...”

¿Cuánto tiempo de prisión y estadía correccional merece una persona que además de atacar ferozmente a una mujer, lo hizo sin tener cuidado del daño que podría causar a su propio hijo?