Todo el departamento San Martín sufre desde años la falta de agua potable, un drama que se agudiza en los meses del verano. Lo padecen desde hace varios los habitantes del departamento San Martín, pese a las promesas de políticos que en campaña aseguran que realizarán los trámites para solucionarlo pero no pasa nada.

La falta de agua volvió a ser tema de quejas y denuncias de los vecinos, porque en estos días hay corte de suministro por ¡24 horas! Y en algunos barrios no tienen servicio por 4 o 5 días corridos. Por lo general, cuenta Juan Domingo Javier, la Municipalidad abastece con camiones de agua para paliar la situación pero evidentemente no es para nada suficiente. La falta de agua la padece también el hospital Juan Domingo Perón que siempre tiene pacientes para atender. Una vecina cuenta a El Expreso de Salta, para dar cuenta de que la escasez no sabe de privilegios, que alrededor de la plaza principal de Tartagal, de los grifos hogareños sale “solo un hilito de agua que no alcanza para nada, durante días. ¡Así no se puede vivir!”, exclama.

“Pero lo peor es que los vecinos pagamos el agua y no nos brindan el servicio como corresponde, tendrían que descontar los días que perjudican a los vecinos cortándoles el agua, ¡es una cosa de locos, cobrar y no cumplir!”, se queja el reconocido dirigente Juan Domingo Javier.

“El Ente Regulador tendría que actuar y darles a los vecinos una solución, nunca hicieron nada, el Ente no existe para el interior de la provincia, somos parias”, reclama Javier, quien tuvo notoria participación en la década del 90 en los piquetes contra las políticas del menemismo.

“Así empezaron los estallidos sociales en el norte, esperemos que esta vez los funcionarios actúen y resuelvan el tema”, dice Javier recordando aquellos cortes de ruta con represión ordenadas por el entonces gobernador Juan Carlos Romero, hoy reelecto senador nacional. Pero Javier dice que si el reclamo no se hace sentir, difícilmente se resuelva el problema. “Es que pasaron muchos años de promesa de los distintos gobiernos, lo que se hizo hasta ahora son sólo parches que no solucionan el problema de fondo y cada vez se agrava más ante el mayor crecimiento demográfico que está teniendo la zona”, explica. 

Para Javier, es necesario construir un nuevo dique porque “traería una mejor calidad de vida para unos cien mil habitantes que permanentemente sufren la falta del vital líquido elemento, aparte, le daría posibilidad a la zona de que se radiquen nuevas empresas e industrias que muchas veces por la falta de provisión suficiente de agua no se quieren instalar. Creemos que los legisladores nacionales tanto diputados como senadores y el gobernador recién electo, tienen el deber de acudir a lo que hoy plantean los habitantes de la zona y plasmar en hechos concretos las obras ante el Gobierno Nacional”. Javier repite casi lo mismo que escribió en una nota que le entregó a la entonces presidenta Cristina Fernández en el 2011 pero como no hubo pedido institucional, ni del gobierno provincial ni el municipio de Tartagal, no hubo respuesta de la Casa Rosada.

“A lo largo de estos años los distintos actores y sectores de la comunidad realizaron miles de reclamos, pero lamentablemente ningún funcionario local, departamental ni provincial se hicieron eco ni toman con seriedad el grave problema. Tuvimos la decepción de Urtubey en 12 años, como tampoco nos sirvieron los 26 años como funcionario de Andrés Zottos”, dice Javier.