Gimnasia y Tiro envuelto en una grave polémica: amenazas, apuestas ilegales y deudas millonarias

En las últimas horas, trascendió que un dirigente del club fue víctima de amenazas con armas de fuego. Según versiones, el hecho estaría vinculado a apuestas deportivas ilegales, y una millonaria deuda relacionada al jugador Luis Olivera. La situación ha generado un fuerte cimbronazo en la dirigencia y provocado tensiones dentro del vestuario, que se encontraría dividido.

Todo comenzó con la sorpresiva desvinculación de dos futbolistas: Marcelo Herrera y Luis Olivera. Según comunicó el club a través de sus redes sociales, ambos abandonaron la institución “por motivos personales”. Sin embargo, el trasfondo sería mucho más complejo.

De acuerdo con versiones periodísticas, un directivo del club fue interceptado por motochorros armados que exigían el pago de una deuda de 30 millones de pesos, supuestamente vinculada a apuestas clandestinas realizadas por el lateral izquierdo Olivera. Esta situación generó alarma entre los dirigentes y malestar en el plantel profesional. Trascendió que algunos referentes le habrían exigido al jugador su alejamiento inmediato: “O te vas vos o te echamos nosotros”.

Bajo fuerte presión y en medio de un clima hostil, Olivera decidió abandonar Salta y ya se encuentra en Buenos Aires, así lo confirmó su esposa, Cami Raina: “Nos fuimos de Salta y obviamente les debo una explicación a mi forma, a mi manera de ser. Ahora estoy así, tratando de poner una sonrisa porque mi hijo de 4 años no entiende nada. Me toca ser mamá, me toca ser esposa, estamos muy tristes con la situación pero felices con la gente, con los hinchas y con el club".

"Estamos bien, tristes, pero bien. Quizás se pueda hablar más claro y conciso más adelante, pero quiero decirles que estamos bien. A Luis le toca enfocarse en lo que viene, en lo que le toque. Me toca bancarlo, sea a dónde vaya, voy siempre detrás de él porque somos una familia".

Ante el escándalo, el presidente del club, Marcelo Mentesana, salió a dar explicaciones: “El viernes nos enteramos que había dos personas dentro del club buscando información económica sobre un jugador y reclamando un pago. Luis Olivera se acercó a hablar con nosotros y nos explicó que estaba atravesando problemas personales que le impedían entrenar y jugar con normalidad. Luego del partido, decidimos en conjunto rescindir su contrato. Tengo entendido que ya no se encuentra en Salta”, señaló.

En cuanto a las amenazas al dirigente, Mentesana agregó: “El reclamo fue dirigido a un directivo. Estas personas creían erróneamente que el club no pagaba los sueldos. Aclaramos la situación rápidamente, y no pasó a mayores. El club no tiene nada que ver con este problema; es un asunto netamente personal del jugador”, aclaró.

El caso de Marcelo Herrera, por su parte, responde a una razón distinta. El defensor central protagonizó una fuerte discusión con el entrenador Fernando “Teté” Quiroz durante una práctica, tras lo cual abandonó el entrenamiento. La dirigencia interpretó esto como un acto de indisciplina y decidió finalizar su vínculo con la institución.

Así, Gimnasia y Tiro no solo enfrenta desafíos en lo deportivo, sino que también se ve sacudido por un conflicto que trasciende el fútbol y pone en jaque a toda la estructura del club.