Roberto Suaina: Los padres a comienzos de año, han empezado a moverse dentro de la gestión privada buscando colegios que eran más accesibles.

La implementación de los Vouchers Educativos en el país ya es una realidad. Inicialmente el hoy presidente Javier Milei, en su camino a la casa rosada, lo había colocado como una de sus políticas principales. 

 En concreto desde el viernes de la semana pasada que, a lo largo del país, ya se puede acceder a la inscripción para percibir este subsidio, o "ayuda" por parte del estado nacional. En Salta, solo los alumnos que pertenezcan a 39 instituciones privadas, podrán acceder a este beneficio, en virtud de que este grupo selecto de escuelas, son las que en principio cumplen con un requisito fundamental: un aporte estatal mínimo al 75%.

 Roberto Suaina, presidente del COPRODEC, (Consejo Provincial de Escuelas Católicas) explico su visión al respecto de esta política que el estado está impulsando, "los padres a comienzos de año, han empezado a moverse dentro de la gestión privada buscando colegios que eran más accesibles para su bolsillo, los del último peldaño que han sido los colegios que han estado con cuotas más acomodadas pero que ellos no puedan alcanzar siquiera esa cuota, entonces iban a salir a buscar lugar a la educación estatal".

 Claramente la educación estatal está colapsada, eso es un hecho. Además, con una obra pública completamente paralizada y las provincias con fondos completamente limitados y acotados, es muy difícil pensar que la construcción de nuevos edificios para aumentar las vacantes en el sector público pueda ocurrir, entonces para el profesor Suaina el estado comandado por Javier Milei, propone otra solución, "entonces el estado dice: a ese grupo (padres que se estaban volcando al sector público) les voy a dar una mano; si no, no se entiende esto que ayude al que colegio donde tiene aporte estatal y que la cuota sea inferior, en simples palabras, el gobierno dijo: "no tengo lugar en las escuelas del estado te doy una mano para que no vengas aquí (al sector privado)".

 En principio a simple vista puede ser observado como una política completamente elitista, debido a que el estado ayuda a padres "pudientes" que pagaban una escuela privada para sus hijos en total contrapunto, aparecen los niños que asisten a escuelas públicas y que no reciben ningún tipo de ayuda estatal. Roberto Suaina explico, "el estado en sus escuelas no tiene vacantes y obviamente necesita un soporte importante de la gestión privada. El problema es que si ellos realmente optimizan los recursos y en la educación privada se puede llegar a más padres que puedan llevar a sus hijos, eso también va a dar la posibilidad, a que esto se acomode".