La Unidad Fiscal contra la Narcocriminalidad, había logrado establecer la conexión de por lo menos doce personas, en su mayoría jóvenes, que se dedicarían a la venta de estupefacientes. Todo comenzó 6 de noviembre de 2017 cuando detuvieron a un muchacho en cercanía de una escuela de barrio Castañares y tenía en su poder una cajita de metal color dorada con la leyenda “Gold Mini” que contenía en su interior 27 semillas de marihuana y 13 trozos de una pastilla color rosada o naranja a las que se le realizó la prueba de campo dando como resultado que se tratada MDMA/MDA, conocida como anfetamina, metanfetamina y éxtasis.

Como era poco usual el secuestro de este tipo de estupefacientes, denominado como droga de diseño o sintética, se ordenó la investigación en profundidad para encontrar el origen de la misma. Para ello se analizó la red social Facebook del detenido y se llegó a vincularlo con dos personas señaladas como proveedores: Pedro y Oreste del Bel, quienes traían droga proveniente de la ciudad de Córdoba y uno de ellos usaba su peluquería como una fachada para el negociado. “La peluquería es un lugar concurrido por jóvenes, sé que entran y salen, ahí venden drogas, venden en Bamboo de la Balcarce, manejan mucha plata. Ya son varias las denuncias de él y su hermano”, describe un testigo del decreto de imputación.

Con los datos recabados por la policía, se pidió la autorización para intervenir las líneas telefónicas y a raíz de eso fueron apareciendo otros vendedores. Además, se realizó un trabajo de vigilancia con toma de fotografía de los lugares concurridos por los señalados hasta ir recabando más información de la gran red de los “chicos bien” que aparentaban trabajar pero que estaban en el negociado de estupefacientes.

Cayeron diez personas más, se logró comprobar que algunos eran sobrinos e hijo de personalidades muy influyentes de la Justicia y todo eso posibilitó que estuvieran pocos días en la alcaidía pese a que el fiscal había pedido la prisión preventiva para no entorpecer el proceso.

Con el correr de los días, se fueron liberando a cuenta gotas pero solo quedaban los hermanos Del Bel ya que según la investigación, serían los más comprometidos con el negocio ilegal. La madre de los chicos tuvo que salir en los medios de comunicación junto a su abogado Pedro García Castiella para reclamar la inequidad judicial.

“Hemos esperado que la Justicia demuestre el nexo de nuestros hijos con la inmensa banda VIP, pero nada, hemos esperado los tiempos procesales y ya se agotaron y nada. De una causa enorme con relaciones con el poder solo quedaron presos dos trabajadores independientes, que hoy por hoy lo perdieron todo. Nadie nos escucha, hemos aportado pruebas una tras otra, hemos llevado testigo de todo tipo. Hemos soportado allanamientos donde no encontraron nada y sin embargo siguen detenidos”, sostuvo Cecilia Meléndez a El Tribuno.

“Están todos en libertad menos los dos hermanos del Bel, que son hijos de nadie”, dijo García Castiella al portal Muy Critico durante la semana y ahora dio a conocer que podrán salir en libertad antes de Navidad.