Luego de que el "Vaquero" Navarrete se convirtiera hace una semana el tercer mexicano en lograr un tricampeonato, aumentó la presión sobre el Rey Vargas en su pelea con el estadounidense O'Shaquie Foster, por el título superpluma vacante. Sin embargo, sus ambiciones chocaron contra un adversario mucho más bajo, pero también mucho más rápido para trasladarse en el ring y bastante preciso a la hora de lanzar sus golpes.

"Me preparé mucho para este combate", celebró Foster su primer título mundial.

En el segundo round, los rostros ya marcaban la diferencia a favor del estadounidense. Y con el correr de los rounds, así lo demostraba el rostro de Vargas, con un corte en la ceja izquierda y marcas de golpes en ambos pómulos, pero especialmente en la postura corporal de ambos. Mientras, Foster se mostraba más seguro, Vargas se veía impotente, lanzando golpes fuera de tiempo, y hasta sorprendido por la velocidad con la que su rival le "metía" los golpes. Velocidad en las piernas, muy buena defensa, rapidez y precisión en las manos, y un rival fuera de alcance, desconcertado y demasiado lento. Así, el paso de los capítulos, iban confirmando que no había posibilidad para el sueño mexicano.