Según lo confirmaron en nuestro medio las autoridades intervinientes, menor fue alcoholizada, abusada y golpeada en la cabeza en la Comunidad wichí "Bajo Grande", ubicada a Santa Victoria Este. Además presentaba signos de ahorcamiento reservado.

La denuncia del padre detalla que, en el grupo donde hicieron ingerir alcohol a la niña, y luego pasó este aberrante hecho, había menores y mayores de edad. Por el hecho sólo fue detenido un menor de 14 años quien sería primo de la víctima, quien fue detenido, pero por instrucción de la jueza, Dra. Karen Gallardo, del Juzgado de Menores en turno de Tartagal, el menor fue liberado a las pocas horas y entregado a sus padres, habiendo realizado solo una “identificación simple”. 

Actualmente, no hay nadie detenido por este hecho que, según algunas versiones, habría sido un nuevo caso de "chineo", es decir abuso sexual grupal como contra una niña o adolescente originaria. 

El hecho pone al desnudo una vez más la inoperancia del gobierno y los poderes del Estado para resolver la problemática, que encuentra sus raíces en el sistema patriarcal y colonial, al que se ven sometidas a diarios las mujeres originarias.

La menor debió ser trasladada al Hospital de Alto La Sierra, y a pesar de la gestión de su padre junto a miembros de la comunidad, el traslado se hizo en un móvil policial por la falta de ambulancias. 

Una vez llegada al Hospital, la gravedad de sus heridas, obligaron a que sea nuevamente enviada a otro nosocomio, esta vez en un vuelo sanitario hacia el Hospital Juan Domingo Perón de Tartagal. 

En el Hospital tartagalense, el Dr. Marvin Flores le detectó tres heridas cortantes en su cabeza, diagnosticándole traumatismos encéfalo craneanos de gravedad, también tenía moretones en todo su cuerpo y signos de ahorcamiento.

La menor fue ingresada a la guardia pediátrica, pero el hisopado fue postergado para la tarde por la gravedad de su estado. Luego de varias horas confirmaron el abuso sexual. Actualmente se encuentra evolucionando favorablemente.