Boca Juniors  le ganó 1 a 0 a River Plate y no solo se quedó con una nueva versión del Superclásico, sino que se metió de lleno en la pelea por el título de la Liga Profesional, ya que quedó a dos puntos del líder Atlético Tucumán. El único grito de gol  en la Bombonera lo provocó Darío Benedetto a los 65 minutos, cuando metió el cabezazo para el gol del triunfo. El equipo de Ibarra llegó así a las 32 unidades, mientras que los de Gallardo se quedaron en 29 cuando faltan nueve fechas para el final del torneo.

El primer tiempo del partido dejó una imagen pálida a los ojos, porque ninguno de los dos pudo imponerse en el juego, cometieron errores y el fútbol estuvo ausente. Hubo espacios en el medio, pero fue luchado en las áreas.

  River arrancó el complemento con algunas varientes ensu juego.  Por ejemplo, quedó con cuatro en el fondo, donde Paulo Díaz jugó como lateral por la derecha, para volver al esquema que venía utilizando en el torneo, con un mediocampo más combativo a través del ingreso de Rodrigo Aliendro.

Sin embargo la presencia del ex Colón de Santa Fe duró poco ya que recibió un golpe que derivó su pronto reemplazo y cierta preocupación por su estado de salud.

A los 18 minutos, Franco Armani  desvió con su  mano derecha un remate de Guillermo "Pol" Fernández. En la jugada siguiente, se produjo el único gol de la fría tarde-noche en La Bombonera.

Benedetto se elevó, tras el tiro de esquina ejecutado por Ramírez, y le ganó a Emanuel Mammana y Javier Pinola.

Con la ventaja conseguida, el técnico Ibarra dispuso cambios para cuidar la mínima ventaja, en la búsqueda de aprovechar algún error de River.

Del otro lado, River se mostraba equipo falto de rebeldía, impreciso y sin ideas en ataque. Los cambios no  dieron resultado por lo que no le quedó otra cosa que no sea enviar centros que Rossi descolgó sin inconvenientes. A veces apeló a los remates de media distancia, pero tampoco ofrecieron soluciones.

Boca, con poco, ganó su cuarto encuentro en hilera y se quedó con otro Superclásico que lo entona para lo que viene. Para River se abre un interrogante con una derrota que lo mostró escaso de reacción.

En la próxima fecha, Boca visitará al último, Lanús, inmerso en una gran crisis deportiva e institucional, mientras River buscará recuperarse ante Banfield en Núñez.