"Después de la pandemia vimos que los niños, como población vulnerable, quedaron muy sensibles", dijo la profesional en el programa De Buena Fuente, y añadió que hay chicos que tienen problemas de conducta, de dificultades del aprendizaje y sus emociones están muy frágiles. "Cada niño lo expresa de diferente manera a esas emociones, pero lo expresan en la forma de relacionarse con el entorno y en las aulas, algunos están muy tristes,  angustiados o son indisciplinados", explicó Avendaño. 

Avendaño sostuvo que el docente tiene que estar formado en educación emocional para ayudar a los alumnos en su rol de función reguladora y así, "poder gestionar esos conflictos que se manifiestan en el aula y poder llevarlo al niño a la reflexión para que vea el porque de determinada conducta y en lo posible no vuelva a suceder y crear la armonía en el aula y no solo en la escuelas, sino que esas habilidades también puedan proyectarse en el hogar y en la sociedad". 

Cabe mencionar que las habilidades intra que pueden desarrollar los niños, por ejemplo, tienen que ver con el auto cocimiento, el poder regular esas emociones y la automotivación, es decir la motivación para participar activamente en las escuelas con sus respectivos aprendizajes, asimismo las inter, a inter tienen que ver con la capacidad de generar  empatía y también habilidades sociales.