En un hotel y restaurant de Campo Quijano quedó conformada el miércoles la comisión directiva de la Cámara de Turismo y Comercio, una institución que buscará canalizar las inquietudes y necesidades del sector, además de propiciar la expansión del rubro para dar respuesta a la creciente demanda del turismo, en un municipio que justamente no ha hecho demasiado por incentivar el buen recibimiento y atención a los visitantes.

La Cámara quedó bajo la presidencia de un hombre que desde el periodismo se ha dedicado al rubro turístico, como Alejandro René "Sugus" Ramos, de buenas relaciones en el medio, y que seguramente sabrá amalgamar los atractivos de una ciudad como Quijano con su vasta experiencia profesional. Y en la vicepresidencia estará Silvia Magno, reconocida también por su desarrollo empresario en transporte, turismo y hotelería.

Es de esperar que esta flamante Cámara pueda aportarle ideas y proyectos al intendente Carlos Folloni, quien lo primero que hizo al llegar al Municipalidad fue manifestar su destrato a los únicos que hicieron algo serio y beneficioso por Campo Quijano: los feriantes de los domingos, una innegable atracción de los fines de semana en el Portal de los Andes. Sin embargo, Folloni con una decisión de tono discriminatorio y racista, mandó a los feriantes a un rincón inhabitable de la ciudad, con la promesa de mejorarles el predio. Era lamentable observar trabajar a los feriantes en medio de un barrial, los días lluviosos.

Igual, por necesidad y vocación, los feriantes siguieron y hoy son de nuevo la más genuina atracción popular para Quijano.

Cabe recordar que la feria de los domingos, que ya tiene imitadores en otros municipios, surgió como fruto de los cursos de respotería que impulsó la gestión del cuestionado exintendente Manuel Cornejo.

Si no hay creatividad, ingenio y experiencia, los fondos serán siempre desaprovechados. Como por ejemplo la flamante estación del ferrocarril que tiene sus instalaciones prácticamente vacías, en donde la gente no puede utilizar ni los baños.

Ojalá la cámara despierte interés genuino en Folloni, que solo ha buscado quedar bien con el gobierno provincial para asegurarse un periodo más, comprando adoquines caros que están a la vista, no son prioridad para el municipio. Y ha contratado personas que quizás necesitaban un ingreso dinerario, pero carecen de ideas y proyectos para sacar adelante una ciudad que tiene todo para convertirse en la perla del turismo salteño. Pero en donde los cerros solos no pueden.