El Focis, Foro de Observación de Calidad de la Institucional de Salta, invitó a Gómez Diez a una mesa de diálogo, donde trataron aspectos referidos a la última reforma constitucional y la consideración del sistema de representación política en la provincia, concretamente el  electoral, "la necesidad de una reforma para garantizar el derecho que está en la Constitución", señaló Gómez Diez, quien desde hace años que viene luchando por mejorar la representatividad política en la provincia. 

En ese sentido aseguró que la reforma del 98 estableció que antes del año 2003, en la Cámara de diputados habría un cambio importante. "Esa enmienda está incumplida en la cláusula transitoria décimocuarta hasta ahora no se cumplió", sentenció.

"Esto afecta al sistema de representación porque el voto de los salteños que vive en la Capital o en los departamentos de Orán y San Martín está subvaluado y super representado, entonces altera la composición de la Cámara de Diputados, que no es el reflejo de la manera que la ciudadanía se pronuncia en el acto electoral, la concordancia entre los votantes y los legisladores no se condice", advirtió en ese sentido.

Así,  en las cámaras se produce una distorsión que favorece a la fuerza política que controla los departamentos de menor población, "el resultado es que ambas se conforman con una mayoría de dos tercios. Este sistema está pensado en todo el mundo para que la representación no la tenga un solo sector político. Si se tiene los dos tercios, se puede tomar las decisiones más graves que se puede tomar en una democracia, por ejemplo reformar la Constitución, destituir jueces, expulsión de banca de un legislador, etc", cuestionó.

En un Estado de Derecho se suele pensar que nunca nadie va tener dos tercios, pero "Gustavo Sáenz tiene los dos tercios, eso sucede por este sistema electoral que penaliza el voto urbano. Cuando un gobierno controla los dos tercios de ambas cámaras tiene la suma del poder público. Se conforma desde el punto de vista técnico una autocracia, es decir un gobierno sin límites, y el Estado Constitucional de derecho está pensado para que haya límites, para que haya control y equilibrio. El diseño del poder debe ser eequilibrado", finalizó.