La directora del Observatorio para la Protección de la Infancia de la UCASAL, Fanny Arrieta, advirtió en el programa De Buena Fuente que un menor víctima de una violación suele tener cambios en la conducta que pueden servir a los padres como disparador para detectar un posible abuso sexual.

"Lo primero es darse cuenta que el niño cambia radicalmente en su forma de ser, si era un niño que jugaba, muy amiguero y empieza a retraerse, no querer salir, rechaza algunas personas, que lo abracen o lo toquen, o comienza a manifestar alguna conducta sexualidad que no es esperable para la edad ni etapa del desarrollo, son algunas señales a tener en cuenta", dijo.

En tal sentido, indicó que la ESI es una gran herramienta para ayudar a los menores en el ámbito educativo, sin embargo, pese a su obligatoriedad por ley, en algunas instituciones todavía no se la enseña o bien se da lo indispensable.

"Depende de como la institución la vehículice, a pesar que Educación pidió que sea transversal en todas las áreas y materias,en muchos casos se da lo mínimo. A los docentes se los capacita pero no es fácil, no solo para explicar, sino que hay muchos que no se sienten preparados, o todavía piensan que esta relegado al profesor de biología que hable de como prevenir el embarazo, etc, . Antes no se hablaba de la afectividad, de buscar una persona de confianza que los escuche y esto hizo que no se cuente", afirmó Arrieta.

La ESi ayuda a los niños, niñas y adolescente porque se les habla del cuidado del cuerpo, que nadie puede traspasar la barrera de su intimidad si no quieren y que si esto ocurre,  tienen que hablar con alguien y buscar ayuda. "Muchos chicos se dieron cuenta que estaban siendo abusados atraves de estas charlas, y se animaron a hablar", finalizó la presidenta del observatorio.