La decisión del COE de Salta, bajo la presidencia del ingeniero Ricardo Villada, no tiene explicación lógica ni competente con el contexto de crisis sanitarias, y sí obedece al interés de los empresarios para que se habiliten las fiestas masivas como festivales y carpas bailables desde este fin de semana. A pesar, de que el panorama en el sistema sanitarios no es el mejor. Hay muchos pacientes contagiados de covid, y en algunos nosocomios no quedan camas en las salas de terapia intensiva. Dos ejemplos muy escuchados al cierre de la semana: Hospital Señor del Milagro y Hospital Materno Infantil. Además,  tanto médicos como enfermeros y personal de Salud se encuentran agotados por la intensidad del servicio que demanda esta tercera ola vírica en la provincia.

Lo peor es que el estado ni en su versión provincial ni municipal se hacen cargo de controlar que los empresarios y comerciantes hagan cumplir y cumplan con las medidas de aislamiento y prevención pertinentes, tampoco se animan a exigir el pase sanitario como condiciona sine qua non para participar de estos eventos.

Por ejemplo, según el COE en la provincia no se pueden realizar fiestas, encuentros, con más de mil personas en lugares cerrados, pero sí en espacios al aire libre, con la autorización previa del COCS y la exigencia de pase sanitario. ¿Quién controla? Es vox populi que nadie exige el pase sanitario en Salta como sí se hace en otras provincias. Es decir, la fórmula sería mientras unos dicen que cumplen, otros dicen que controlan.

La intendenta capitalina anunció días pasados la exigencia del pase sanitario para ingresar a los natatorios municipales. ¿Y en los privados? 

Todas las actividades económicas, industriales, comerciales, gastronómicas, de servicios, sociales, familiares, recreativas, artísticas, culturales, religiosas y deportivas se pueden realizar atendiendo las siguientes recomendaciones:

Así, el COE pierde razón de ser, ya no hace falta porque la responsabilidad fue traspasada a la ciudadanía, y se sabe que en los acontecimientos masivos, justamente no reina la razón ni la precaución.

Uso "obligatorio" de barbijo en espacios compartidos cerrados y abiertos. No será obligatorio el uso cuando se circule al aire libre. Distanciamiento social de dos metros.

Se  permite el 100% de aforo en relación con la capacidad máxima habilitada o disponible del lugar, hasta mil personas. Dichos lugares deberán colocar en la puerta de ingreso un cartel indicando la cantidad máxima de personas que pueden permanecer, y estar adecuadamente ventilados en forma constante, dando cumplimiento a las exigencias previstas en los correspondientes protocolos.

En lugares al aire libre todas las actividades y reuniones sociales no podrán superar las mil personas, con un aforo del 100% en relación con la capacidad máxima habilitada o disponible del lugar donde se realice. Además, se deberá respetar el distanciamiento de dos metros entre personas.

Las instituciones bancarias, incluyendo a los cajeros automáticos; los supermercados y/o comercios de concurrencia masiva; los consorcios de propiedad horizontal; locales gastronómicos; los comercios de proximidad, y todo otro lugar que implique atención al público, deberán poner a disposición de las personas alcohol en gel o sustitutos de igual efecto sanitario.

Las siguientes consideradas de mayor riesgo epidemiológico y sanitario, que son Gastronomía, Casinos y Salas de Juegos Afines, Salones de Eventos, Locales Bailables, Público en Eventos Deportivos y Recreativo, Gimnasios, Cines y Teatros, Catamaranes, Eventos Masivos, de más de mil personas que se realicen en espacios abiertos, cerrados o al aire libre, Natatorios públicos y privados, de acceso público, deberán aplicar los protocolos propios para evitar más contagios.

La forma de acreditación para mayores de 13 años será a través de las aplicaciones "Cuidar" o "Mi Argentina". Las personas que no pudieran acceder a las aplicaciones, excepcionalmente podrán acreditar que poseen el esquema completo de vacunación con el certificado impreso en papel.