En la extensa y exclusiva charla con Juanita Viale por Canal 13 (por dónde más) el ex presidente no dijo a dónde destinó, por ejemplo, los 90 mil millones de dólares que pidió de préstamo y no solucionó ningún punto de la economía del país. Al contrario, la empeoró con tarifazos de los servicios públicos. Ante la mirada crédula de la conductora del programa, Macri dijo -sin ponerse colorado- "yo ya tenía todo arreglado con el FMI y los acreedores privados, pero bueno, eh eh eh vinieron las elecciones. Si yo hubiera ganado, en cinco minutos arreglaba todo con el FMI", afirmó. Con el mismo objetivo y sin tener en cuenta el año paralizado por la pandemia, cuestionó al ministro de Economía Martín Guzmán. "No sé qué hizo ha perdido un año y no ha logrado nada", abundó. Por supuesto no dijo nada del préstamo político que le otorgó el FMI, de la alta tasa de interés que aceptó él, incluso la sobretasa por el exceso de dinero solicitado: 44 mil millones de dólares.

Y aprovechando el contexto electoral, Macri, un tanto místico, dijo que "ahora viene la luz al país", en referencia a hipotético triunfo opositor el domingo 14 de noviembre próximo.

Lámparas LED para todos y todas, y hasta en los chiqueros.

 

Lo que sí funcionó en los cuatro años del expresidente y sigue funcionando, son, por ejemplo, el pasa mano de las licitaciones de los parques solares (licitado a favor de empresas familiares y luego vendidas a empresas extranjeras) y la venta de iluminación LED, que bajo el pretexto de reducir el consumo eléctrico, se está inundando a los municipios del país. Un gran negociado de la familia de Marquitos Peña, importadora de las lámparas chinas.

Es cierto que el gobierno de Alberto Fernández ha cometido errores gravísimos de gestión como el protagonizado por La Cámpora en la designación de funcionarios, en base a la soberbia política que se le conoce, o la fiestita clandestina dela primera dama en Olivo, o el impedimento de las PASO para sus seguidores; pero de ahí, al castigo social que significó el macrismo con persecución judicial y espionaje a víctimas del ARA San Juan, hay una diferencia enorme. ¿Hay que asistir a este tipo de burla pública y mentira de forma pasiva y esperando de nuevo espejitos de colores? Tomada de pelo, no.