"Esta ley o resolución para establecer precios máximos para mí está pésima, podría ser aceptable en el contexto de un plan, para dar un respiro o calmar las aguas por 30 día, mientras se va poniendo en práctica otra medida para restablecer o recuperar la economía, pero en forma permanente significa desabastecimiento qué perjudica la población", afirmó el candidato.

Explico que desde el punto de vista del consumidor el congelamiento se da, pero el vendedor no se beneficia. "El comerciante que revende tiene  entre precio de venta y compra congelado un margen que utilizan para atender los gastos fijos, impuestos, sueldos y costos complementarios, que a su vez están sujetos en una expresión inflacionaria", continuó  Zapata.

Tambien mencionó que hay un acuerdo salarial que tiene ejecución en el tiempo y le pegará en el costo al comerciante, porque "existen aumentos de tarifas, ahora se viene el aumento en el agua, la luz. Entonces alguien que compra manteca $10, le paga al mayorista tiene $2  y gana $1 cuando incremente el impuesto, el combustible y la inflación se coma el peso de ganancia, no va a volver a comprar más esa marca de manteca; porque nadie es filántropo. La ley de precios máximos va a aplastar a los comerciantes porque no se lo encontrará en las góndolas o el súper del barrio, solo habrá líneas sucedanias o derivados", ejemplificó el candidato.

Agregó que una medida del Estado que avanza y obliga a que alguien pierda plata tiene carácter confiscatorio porque "están diciendo que dispongan sus ingresos en favor de otro sin que exista una ley al respecto; nadie está obligado a sacrificar su ganancia, pero según el presidente la inflación es la consecuencia de la ambición de los comerciantes que sólo quieren remarcar; pero solo buscan cubrir y mantener estabilidad, no perder; no achicar su negocio; no cerrar y seguir dando empleo", agregó el referente.

Sobre ese último punto reflexionó  que lamentablemente la inflación en Argentina reconoce el origen en el exceso de gasto público y el déficit fiscal.