Marina Arias, esposa de la víctima, contó que el hecho ocurrió el 12 de febrero de 2017 en B° 26 de Marzo cuando Damián estaba en la vereda de la causa de su mamá con algunos amigos tomándose una cerveza y cayó la policía. “Eran como las 10 de la mañana cuando el personal policial andaba haciendo sus rondas en la camioneta y si decir mucho, uno de los efectivos sacó un arma y le disparó porque decía que se hacía el pícaro. Ese impacto hizo que a mi esposo tuvieran que amputarle un dedo del pie y dos tiene quebrado. Esos dedos no los puede mover, además, le cortaron el dedo desde el hueso así que tiene un montón de problemas ahora”, indicó.

“Es la primera vez que tenemos este tipo de problemas con la policía pese a que es un barrio conflictivo. En la primera jornada de juicio, declaró mi esposo mientras que los imputados de abstuvieron de hacerlo. Se explicó que para disparar una escopeta, el personal policial tiene que hacerlo solo ante algunas situaciones, no puede hacerlo porque quieren y además, se debe remontar el arma antes de disparar y tener el dedo en el gatillo. Digo esto porque ellos alegan de que fue por un forcejeo”, agregó.

Según Arias, son cuatro los policías imputados, tres masculinos y una mujer. “Mi esposo no quedo bien físicamente ni psicológicamente porque cuando le sacaron el dedo, nunca más volvió a usar ojotas y tiene un trauma por eso. Tiene un montón de problemas ahora, era boxeador y jugaba a la pelota, ahora no puede hacer nada de eso. Ahora se le hizo como un nudo en el tendón de Aquiles y todo eso es producto de lo que sucedió. Tiene muchos dolores”, añadió.

Finalmente, la esposa de García manifestó que la defensa de los policías afirma que su marido con los amigos les faltaron el respeto y forcejearon con el arma. “Hubo peritos que afirman que nunca existió el forcejeo. Esto es un caso de abuso de autoridad porque ellos directamente se bajaron del móvil y le metieron el tiro a muy corta distancia el disparo para que después tengan que cortarle el dedo”, concluyó.