Sáenz afirma que las amenazas no mejoraron su imagen

Desde el lunes feriado de carnaval, Pablo Delaloye, Juan Urzagaste y Gustavo Tolava están privados de su libertad por un supuesto hecho de coacción agravada y asociación ilícita. Luciana Andolfi, abogada defensora de los dos primeros, no entiende los argumentos del fiscal Horacio Córdoba Mazunic para mantenerlos detenidos habiendo tantas contradicciones entre los testimonios y pruebas que aparentemente no serían contundentes.

Lo cierto es que el caso del supuesto complot entre un empresario, un sicario y un tarjetero, para amedrentar al jefe comunal, no parece dar crédito a nadie. Tampoco conforma la versión de unas supuestas entradas de un festival y la disputa entre Delaloye y Tolava. Todos están encerrados como también estuvieron en esa estación de servicio a altas horas de la noche, para quien sabe qué cosa.

“Estamos convencidos de que sería algo que está armado, no sé con qué finalidad. Particularmente no creo que el Intendente haya tenido algo que ver, de que le sirvió políticamente claro que sí, eso es evidente, de repente su imagen creció y salió en medios nacionales como el que lucha contra las mafias”, dijo Andolfi a El Expreso.

Por su parte, Gustavo Sáenz le respondió a la letrada diciendo que se hizo conocido a nivel nacional por ser candidato a vicepresidente del país y no a través de una causa de amenazas. “La abogada podrá decir lo que quiera, a mí no me benefició en nada”, afirmó.

Además aclaró que pidió a la fiscalía que investigue si el hecho tiene relación con la amenaza que ya había sufrido en 2016. “Yo tengo temor por mis hijos, yo me involucré en la política y sé a lo que debo atenerme porque cuando se tocan intereses que perjudican a muchos, hay que saber que hay consecuencias”, aseveró.

 “No está bueno que si las amenazas no son verdad continúen detenidas tres personas”, concluyó Sáenz.