En la mañana de hoy, el fiscal penal N°2, Ramiro Ramos Ossorio, junto a la Unidad Especializada de Investigación dependiente del CIF a cargo del comisario Miranda, informó a la prensa sobre la detención de Matías Paz, quien estuvo cinco días prófugo de la justicia, luego de que en el conocido bar Temple, al negársele la venta de alcohol, se retiró, volvió en un vehículo en contramano y disparó contra el personal. Las imágenes recorrieron los medidos de comunicación y llegaron a ser noticia nacional, despertando la consternación de la sociedad.

“Hoy en horas 7 de la mañana, a través de la orden de allanamiento que fue gestionada en el día de ayer durante el Juzgado de Garantía N°3, por el doctor Antonio Germán Pastrana, se ingresó a un domicilio estuvo ubicado en la zona sureste de la ciudad desde donde se produjo la detención y el secuestro de diferentes elementos”, informó Ramos Ossorio, en relación al secuestro de las prendas de vestir de la noche en que acontecieron los hechos, drogas y otras armas de fuego aparte de la que había utilizado, en vistas a que esta ya se encontraba a disposición de la justicia.

Lo más llamativo fue que el prófugo se rapó la cabeza para “dificultar su identificación”, explicó el fiscal, sumada “una lesión en el rostro, que tiene que ver con una operación que se había hecho previamente a que suceda este episodio y una lesión en la pierna que se produjo en el marco de un siniestro vial que tuvo cuando se dio a la fuga en la zona de la Refinor, frente al club Gimnasio y Tiro”, detalló Ramos Ossorio en referencia al siniestro vial donde chocó contra una persona conducía un remis y Paz se produjo una lesión en la pierna.

El tirador fue hallado en Costa Azul, conocido barrio habitado por policías. Sin embargo, el fiscal desmintió que haya estado viviendo en casa de alguien vinculado a esta fuerza, sino más bien, sería “una persona ligada a otras actividades, como barrabrava de una de las facciones de Juventud Antoniana”. Según trascendió, Paz, apopado “Semillita”, tiene vinculaciones con esta hinchada y guarda amistad con el propietario del inmueble. “La casa está en un lugar que es como un pasaje, que no tiene demasiada accesibilidad”, señaló.

“Pedimos la detención del dueño de la casa por delito de encubrimiento y tenencia de arma de fuego”, informó Ramos Ossorio y detalló que “no ofrecieron ninguna resistencia”. “Se encontraba en el tercer piso de esta vivienda y aparentemente estuvo allí oculto desde el martes, cuando había logrado darse a la fuga cuando ya estaba trabajando la gente del grupo investigativo del sector”, puntualizó.

Informó que hoy finalizará el trámite de declaración de imputación bajo la calificación de tentativa de homicidio agravado por el uso de arma del fuego con portación de arma de guerra, amenazas, lesiones y daños. Además, se realizará el pase a la Unidad Fiscal de Graves Atentados contra las Personas, que es la que corresponde a la competencia por el tipo de delito que se le atribuye.

El fiscal se refirió al trabajo de triangulación de datos y el análisis de las filmaciones y videovigilancia, antenas telefónicas y redes sociales utilizados para dar con el paradero. La mujer que detenida ya fue puesta en libertad ya que según constataron “no había estado presente cuando se produjo el hecho y se la desvinculó de la causa”. Paz permanecerá detenido y su situación se complica por los antecedentes, por tenencia de armas de fuego y por haber manifestado peligro de fuga.

“Nosotros apuntamos a una calificación bastante grave”, anticipó sobre la cantidad de años de prisión que solicitará la fiscalía. “Entendemos que por la magnitud del hecho y la gravedad del mismo, la pena debería ser considerable en función de una tentativa de homicidio y los mínimos legales están muy por encima de lo que exige el Código Penal para permitir una condena de ejecución condicional y entendemos que sí o sí tiene que ser una pena de carácter efectivo, pero eso se va a arribar una vez que terminemos el proceso”, sentenció el fiscal.