
Rodrigo Solá, presidente de la Comisión Provincial para la Prevención de la Tortura, advirtió que, aunque fue “modelo” hoy la alcaldía como sistema está excedido en su capacidad, ya que si bien está diseñado para 350 personas, hoy contiene alrededor de 850. “La prisión preventiva debería ser una herramienta excepcional, no la regla”, sentenció.