Arzobispo Cargnello: “Que no nos domine el abatimiento ni la desesperación por los problemas actuales"

El arzobispo de Salta, Mario Cargnello, cerró la misa del domingo de pascuas en la Catedral Basílica, con un sermón donde invitó a los fieles a vivir la resurrección de Cristo haciendo el bien. “Si habláramos el lenguaje de la evolución, diríamos que la resurrección de Jesús constituye un salto de calidad en la creación superior a todos los otros grandes saltos. El salto de la resurrección nos hace pasar de nivel de esta vida que acaba en la muerte, en el final, a la vida sin muerte, a la que no tiene fin o a la vida plena, y eso lo ha hecho un hombre, Jesucristo, que es Dios con nosotros, eso es lo que celebramos y eso es el fundamento de nuestra fe. Pensemos en la diferencia que hay entre ser un ser para la muerte, a ser un ser para la vida definitiva, y nosotros somos eso, los cristianos somos personas llamadas a la vida que no acaba, a la eternidad, al cielo, y eso nace de la resurrección del Señor”, dijo Cargnello.

Por la misma línea, desde su reflexión, el arzobispo aclaró que “nuestra vida no acaba en el Viernes Santo", y aconsejó imitar a Jesús "que pasó haciendo el bien, ese es el plan de vida del cristiano, que debiera ser el primer pensamiento de cada jornada. ¿Puedo hacer el bien hoy? ¿Cómo puedo hacerlo? ¿Quién espera de mí que le haga el bien? Primero, son los que están cerca, la familia, el prójimo, y luego, son los amigos y es después la patria entera y la humanidad", dijo y aseguró que estas son las preguntas para hacerse "un examen de conciencia”. 

Y luego al referirse a los problemas que afronta la humanidad instó a la comunidad presente "que no nos domine la tentación del abatimiento y de la desesperación, nosotros tenemos la exigencia de la esperanza de que es posible mejorar, si nosotros tomamos en serio esto de hacer el bien, pero no simplemente hacer el bien en una circunstancia cualquiera (le doy una moneda a alguien de los que claman en la puertas de nuestros templos, o en las orillas de los bancos) ¡Hay que hacer ese bien, por supuesto! Pero, sobre todo, hacer el bien que nos corresponde: el padre, ser un buen padre de familia, buenos esposos; la madre, una buena madre; buenos hijos, buenos trabajadores o estudiantes, en lo que nos toque, cualquier trabajo que sea o cualquier estudio que nos toque, seamos buenos y responsables como ciudadanos, nos buscar los intereses personales o de grupo, sino el bien común”, concluyó Mario Cargnello.