El bochorno de Milei y el silencio cómplice de Romeri y Olmedo

Javier Milei, economista y figura concurrente a la televisión porteña, dio una conferencia días atrás en el salón de la Caja de Abogados de la ciudad de Metán, que terminó en un escándalo, cuando en vez de  responder una pregunta sobre política económica, se la agarró con la periodista Teresita Frías llamándola "burra", entre otras "valientes" descalificaciones.

Evidentemente, a Milei no le molestan las preguntas hasta que contradicen su versión. Sus exposiciones tan estrafalarias como su look, convocan a aguantar el ajuste que propone el FMI y Macri "porque sino será peor". "Si hacemos el ajuste, la inflación será del 35%, si no lo hacemos, será del 70%", le dijo a Periódico El Expreso hace unos días cuando estuvo en Salta, brindando una conferencia ante más de 300 personas en un salón del Hotel Alejandro I.

En esa charla en la que también transitó al filo de la cornisa, no se animó a tanto como en Rosario de la Frontera, Pero en una respuesta a la periodista de este semanario puso un ejemplo que fue ya un preanuncio de lo que ocurriría en la ciudad termal del sur provincial y una confirmación de lo que viene diciendo en la televisión porteña: "poner al estado a cuidar la economía, es como meter a un violador en un jardín de infantes".

Fue la razonable pregunta de la periodista Teresita Frías de por qué si Estados Unidos salió de la crisis con políticas del llamado keynesianismo, no lo podía hacer la Argentina. ¡Para qué! Milei abrió los ojos como gató de dibujo animado, y empezó a los gritos en contra de la periodista, sin ningún tipo de argumento, e intentó confundirla preguntándole la fecha del "New Deal", y faltó a la verdad cuando dijo que no fue el keynesianismo el que sacó a flote a la economía norteamericana, tal como lo dice la historia de la economía mundial. Veamos, Keynes fue un economista distinto que empezó como profesional en 1919, en ese tiempo era costumbre publicar folletos sobre ideas económicas. Y es cierto que las medidas aplicadas para frenar la "gran depresión" en EE.UU. se publican en el año 1936 en el libro de Keynes, titulado Teoría general del empleo, el interés y el dinero. 

-Explicame vos, ¿cómo es que se aplicó en la crisis de 1929, la teoría publicada en 1936?, chicanea Milei a la periodista Frías. Efectivamente, justamente se publicaron después por el éxito que había obtenido la decisión de aplicar el "intervensionismo del estado" en algunos casos excepcionales, porque Keynes sostenía los principios del liberalismo económico. Algunas de las medidas aplicadas en aquella oportunidad fueron, por ejemplo, la reactivación de la producción industrial aumentando los salarios, reducción de la jornada laboral y aumento de precios precios para corregir el desfase que había provocado la crisis. También hubo subvención a los bancos quebrados y una fuerte política contra el desempleo. Esto le molesta a Milei, porque está enceguecido en que hay que triturar trabajadores para sacar a flote el país.

A los gritos de un histérico y soberbio Milei, se escucha la voz calma de Teresita Frías, que sin pensarlo iba exponiendo al economista, sacándole el ropaje de "sabio" para que en sus propias palabra se mostrara como un bruto de esta modernidad argentina, ante el silencio cómplice de varios de los presentes. Salvo del periodista Rodrigo García, quien no dejó pasar la oportunidad y le solicitó a Milei que le pidiera disculpas a Teresita. Milei le dijo que estaba haciendo "populismo barato". Ahí despertó la hombría de bien de otros hombres como el ex concejal radical, Luis César Vera, y el director de Tránsito de Metán, Germán Maurel, y el director de Relaciones con la Comunidad de Metán, Alejandro Caliva, que se pusieron de pie para increpar al visitante brabucón.

Lastimoso fue el papel del intendente Romeri, que no se animó para defender a una mujer vecina de la ciudad que está a su cargo. Romeri parece ser un joven, con actitudes viejas. "El intendente me dijo antes de irse que no compartía el trato que me dio Milei", contó Teresita Frías. Pero Romero se lo dijo a ella, en voz baja. No se animó a callarlo. Y lo peor es la voz que se escucha en la grabación pero que el video no muestra, que dice "¡estamos hablando de política económica, de economía, dejémonos de joder, el que no sabe que no se meta, aprendan a usar la cabeza...!". Después se supo que fue la indignante opinión del vecino Jerry López. Un cierre tan vergonzoso como los insultos de Milei.

Con semejante prueba, no debería tardar demasiado la reacción de los organismos contra la violencia de género, de las organizaciones de mujeres, repudiando el economista de La Plata, que quiso ser jugador de fútbol, y ser convirtió en un triste showman de la televisión porteña, a la que seguramente le suma rating, pero en Salta "chocó en penca". (O.B.)