Lo que parece una buena noticia, guarda en realidad un trasfondo turbio. Es que el Ministerio de Salud utiliza los memorandums para aplicar ajustes económicos sobre el sistema de salud y sus trabajadores -y al que no le gusta, que se vaya-. 

Días atrás la Directora de Desarrollo Organizacional del Ministerio de Salud, Celina Caro -prima de la ministra-, despidió a una pediatra residente por haber reclamado que la cartera dejara de financiar los viajes al interior que deben realizar los más de 50 residentes médicos -cada equipo al destino que le fue designado por resolución ministerial-, como parte de su trabajo de devolución.

Fue tan improcedente el despido que la ministra Josefina Medrano, Celina Caro y el abogado del ministerio Blas Posadas, accedieron a una reunión con la profesional para tratar de resolver la situación -o por lo menos eso fue lo que le dijeron a ella-. Finalmente la reunión se produjo, pero no estuvo ni Medrano, ni Caro, solo el abogado que, como no puede tomar decisiones políticas, lo que hizo fue transmitir una orden: restituir el puesto de trabajo si la pediatra se desdice de sus declaraciones y se hace cargo de pagar sus traslados al interior. 

En juego está la fuente de trabajo y no solo eso, que es lo más delicado, está también el motor de formación profesional y la defensa de un principio como lo es la salud pública -que para algunos todavía vale-. Para poder continuar con sus actividades, con su trabajo, con su profesión, la pediatra accedió a la extorsión, presentó una nota con fecha 29 de enero en la que asume el siguiente compromiso: “dado mi interés por cumplir con el año de devolución previsto en mi contrato y ante la decisión del Ministerio de dejar sin efecto la competencia del traslado, por parte de dicha entidad, asumo costear el viaje hacia dicha localidad en las semanas previstas de rotación en el interior”.

Escrito al ministerio 

No hubo acuerdo, sino una imposición. En el marco de la declaración de emergencia sanitaria en la provincia, en la que Morillo es un foco crítico, las autoridades del ministerio le solicitaron a la pediatra y a sus compañeros de equipo que se trasladen de inmediato a dicha localidad. Para esto, el ministerio dispuso, por única vez, de un vehículo oficial que partió en la mañana del jueves 30 hacia Morillo. El vehículo trasladaba también al Jefe de Pediatría del Colegio de Médicos de la provincia.

Dada la nueva disposición ministerial el equipo de residentes deberá permanecer en el lugar designado dos semanas para cumplir las horas de devolución allí y retornar al hospital cabecera en la capital para completar su carga horaria. El costo del pasaje en este caso es de 1345 pesos por pasaje. El alojamiento no lo resuelve el ministerio sino que depende siempre, del acuerdo que logren establecer los residentes con los gerentes de los hospitales a los que son designados, a veces les va bien y otras veces no tan bien.

Mientras tanto en Morillo.
El tiempo pasa pero parece no alterar a Morillo, la ciudad es pobre, el hospital es pobre, y les faltan muchos recursos, no hay médicos especialistas pero los profesionales que desempeñan su trabajo allí lo hacen muy comprometidos con su labor, según los testimonios de vecinos del lugar. “Un hospital que carece de medicamentos, de profesionales, de instrumentos de trabajo ¿Qué es? Un establecimiento que tiene como único propósito brindar un servicio a la población que realmente lo demanda, y no puede hacerlo ¿para qué está?” reflexiona un vecino de 40 años que creció y vivió esa realidad.

Luego del hospital de Morillo el equipo de residentes fue trasladado al paraje Los Blancos, donde los vecinos de la zona mantenían ocupado el centro de salud en reclamo de profesionales e insumos.

En el lugar se encontraba el Secretario de Salud Antonio De Los Ríos, junto a otros funcionarios los que fueron a mediar con los vecinos. Los vecinos que hablaron con El Expreso, explicaron que finalmente se llegó a un acuerdo para levantar la ocupación. El ministerio tiene plazo hasta el 28 de febrero para acondicionar el centro de salud con profesionales y medicamentos de lo contrario, los vecinos volver a tomar medidas de fuerza.